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Estoa. Revista de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Cuenca

versión On-line ISSN 1390-9274versión impresa ISSN 1390-7263

Estoa vol.12 no.24 Cuenca jul./dic. 2023

https://doi.org/10.18537/est.v012.n024.a03 

Artículo 3

Principios de planeamiento en el urbanismo moderno alemán de la primera posguerra europea

German first post-war modern urban planning principles

1Universidad Politécnica de Valencia, España, jboscha@pra.upv.es


Resumen:

El cambio de paradigma urbano alemán en la primera posguerra europea sitúa al habitante en el centro de la configuración de la ciudad. La guerra supone el factor determinante que concluye el periodo de la representación en la ciudad compacta e inicia una nueva forma urbana en la que el hombre, la casa y la naturaleza definen la nueva realidad física. En esta ciudad moderna se condensan los esfuerzos que durante décadas han intentado transformar el cuerpo pétreo de la ciudad industrial, dando lugar a nuevos criterios de urbanización que, con independencia de cualquier adscripción estilística, son comunes a todo el territorio alemán. A partir de su estudio en fuentes originales del periodo, este artículo recopila en un decálogo estos principios del planeamiento urbano moderno alemán.

Palabras clave: vivienda pequeña; forma urbana; ciudad moderna alemana; principios de planeamiento; Siedlung moderna

Abstract:

The change in the German urban paradigm in the first post-war period in Europe places the inhabitant at the center of the city's configuration. The war supposes the determining factor that concludes the period of representation of the compact town and initiates a new urban approach in which the man, the house, and nature configure the new physical reality. This modern city condenses the efforts that for decades have tried to transform the stony body of the industrial city, giving rise to new urbanization criteria that, regardless of any stylistic affiliation, are common to the entire German territory. From the study of primary sources of the period, this article compiles these principles of the modern German urban planning in the form of a decalogue.

Keywords: small dwelling; urban form; German modern-city; planning principles; modern Siedlung.

Bajo la presión de la escasez de vivienda ha nacido en Alemania una nueva forma de habitar

Albert Gut

Introducción

En el prólogo de la publicación Der Wohnungsbau in Deutschland nach dem Weltkriege (La construcción de la vivienda en Alemania tras la guerra mundial), Albert Gut, arquitecto mayor de Múnich, describe con estas palabras la impresión que el lector percibe desde la primera ojeada a este compendio de las formas urbanas y de la vivienda que se producen en Alemania a lo largo de los años veinte del siglo pasado (Gut, 1928, p. 22).

La perspectiva que recoge esta monografía concluye en el año 1928, punto álgido en la recuperación de la producción de vivienda en Alemania. Aun cuando no hace referencia a los relevantes actos finales de la evolución de las formas urbanas y de la vivienda en esta década,1 la publicación ofrece una visión de conjunto del estado de la ciudad moderna alemana que permite entender que la transformación de la densidad urbana, la generación del espacio libre y la puesta en valor del verde y de los espacios de relación, la organización funcional de la vivienda, la reducción de su tamaño y la especialización de sus espacios, las nuevas técnicas de construcción, la producción masiva organizada en busca de una economía de escala, y las nuevas dotaciones técnicas, en definitiva, todas aquellas cuestiones fundamentales para un nueva forma de vivienda y de ciudad que acontecen en este momento, son materias comunes a una nueva construcción que se da en todo el territorio y que afecta a toda la sociedad alemana.

Promovida por la Kommunalen Vereinigung für Wohnungswesen (Asociación de Municipios para la Vivienda), esta publicación presenta ante la opinión pública, por primera vez y de manera conjunta, el inmenso trabajo realizado por la administración municipal alemana, el artífice de la transformación de la vivienda para el trabajador en este país. La monografía incluye un listado exhaustivo de actuaciones municipales relevantes realizadas en más de 290 ciudades del territorio alemán hasta la fecha de su publicación y su anexo documental contiene planos y fotografías de casi todas ellas, por lo que constituye una fuente fundamental sobre la construcción de la vivienda y la ciudad alemanas tras la guerra; una actividad en la que también se incluye la del movimiento moderno de la arquitectura alemana Neues Bauen.

Como una síntesis de la solución dada en este país al problema de la vivienda tras la Primera Guerra Mundial, sus distintos capítulos perfilan el escenario global del desarrollo de la nueva forma de alojamiento de la vivienda pequeña2; desde las primeras medidas materiales y legislativas adoptadas para la erradicación de su escasez y los medios para su financiación, hasta los nuevos criterios para la ordenación del suelo y la edificación que en esta década se constituyen como nuevos principios del planeamiento urbano alemán.

A partir de la información contenida en esta publicación, en su mayoría elaborada por arquitectos vinculados a la administración municipal, en este artículo se resumen estos principios en un decálogo de conceptos, apoyando su exposición con otras aportaciones coetáneas relevantes.

Su estudio permite concluir cómo, de forma generalizada, los nuevos principios de planeamiento urbano están presentes en las numerosas actuaciones de vivienda que construyen la ampliación de la ciudad en esta década, y cómo, con independencia de la adscripción formal de la edificación a una vanguardia cultural concreta, es la aplicación de estas directrices la responsable de la generalización de la nueva forma de ciudad que se construye en Alemania en la primera posguerra europea.

Métodos

Esta investigación se vincula a otra más amplia relacionada con la evolución de la vivienda y su influencia en la forma urbana en el territorio alemán, desde los inicios de la producción masiva de la vivienda del trabajador industrial, mediado el siglo XIX, hasta la conclusión de la década de 1920; un estudio cualitativo (Maxwell y Reybold, 2015) que se realiza a partir de fuentes primarias, desde el análisis crítico de las ideas, propuestas y actuaciones de protagonistas en los sucesos relevantes de la arquitectura y el urbanismo de este periodo.

La revisión bibliográfica realizada para aquella investigación principal se basa en fuentes documentales referenciadas en destacadas monografías sobre estos tiempos de la vivienda y la ciudad alemanas, elaboradas por autores contemporáneos3. De sus bibliografías se han seleccionado las fuentes primarias relacionadas con los objetivos de la investigación, y su estudio ha permitido establecer conexiones y conclusiones de las que se deduce la validez o veracidad de las proposiciones presentadas. El discurso se genera a partir del conocimiento adquirido, pero también desde la apreciación personal de la arquitectura y su historia, y de la experiencia vivida en muchos de los lugares reseñados.

Con los mismos criterios se ha constatado que la publicación de referencia en este artículo condensa los principales resultados del debate urbano alemán desarrollado durante las décadas anteriores. De su contenido se han seleccionado aquellas partes en las que estas conclusiones se muestran como principios generales. Su enunciado y discusión se realiza en relación con su contexto y antecedentes, incidiendo así en el carácter colectivo y evolutivo de estas ideas.

La traducción de los pasajes citados pretende trasladar su contenido conceptual de manera fidedigna y también el sentir de sus protagonistas.

La vivienda tras la Gran Guerra

La cuestión de la vivienda en la ciudad alemana se desarrolla históricamente a merced de las fuerzas económicas, olvidada por la Administración y la legislación, y con la manzana densa como principal sistema parcelario.

Solo en las limitadas actuaciones de las cooperativas y sociedades constructoras benéficas de vivienda que surgen a partir de 1850 (Hoffmann, 1852), se producen algunas actuaciones modélicas, con la vivienda de doble crujía como principal forma edificada y unas formas urbanas que incorporan el espacio libre a la edificación (Bullock y Read, 2010). Estas escasas propuestas de carácter reformador pronto se convertirán en un modelo deseado que recoge el anhelo colectivo de retorno al contacto con la naturaleza (Figura 1).

Fuente: Technische Universität Berlin. Architekturmuseum. Inv. Nr. BBWo 10,002; Autor (2016)

Figura 1: A. Messel y M. Altgelt. 1896-1898. Viviendas para la cooperativa Berliner Spar und Bauverein en Proskauer Strasse, Berlín. Planta tipo original (izquierda); Fotografía actual del patio-jardín en el interior de manzana (derecha) 

Desde los primeros años de la década de 1920 los planteamientos urbanísticos se desarrollan desde la administración municipal con la vivienda pequeña como el elemento determinante de la configuración de la ciudad, una reivindicación permanente en el debate urbano alemán en las anteriores tres décadas (Posener, 1979). La vivienda se convierte ahora en el centro del debate público, y es el objeto de un ambicioso desarrollo legislativo muy progresista en el que subyace el deseo, arraigado durante décadas, de una mayor integración de la ciudad en el territorio.4

En la presentación de la publicación Der Wohnungsbau in Deutschland nach dem Weltkriege, O. Mulert, presidente de la asociación de municipios, concluye:

El esfuerzo de los municipios debe estar, sobre todo, dirigido a una concepción meditada de la construcción de vivienda de acuerdo con las necesidades de los nuevos tiempos: el dimensionado meditado del espacio habitable, que tiene que buscar sus adecuados límites entre los justos requerimientos sociales y las posibilidades económicas; una configuración y distribución funcionalmente adecuada de las habitaciones; una reducción sistemática de los costes por medio de una progresiva racionalización; la provisión de suelo adecuado y económico, y la disposición de los medios de transporte necesarios, son los campos de los que aquí se trata de manera específica. Que con esto vaya de la mano un profundo interés en abordar nuevos caminos en la configuración exterior no sorprenderá a nadie, pues es el sentido permanente de la fuerza joven y el pulso del trabajo comunitario. (Mulert, 1928, p. 11)

Todo un llamamiento a una racionalidad que ya impregna la producción general de la vivienda alemana en la segunda mitad de la década. Y un reconocimiento, también, a las nuevas tendencias estéticas que surgen a partir de la nueva tarea en un tiempo nuevo.

La provisión de suelo

La política de adquisición de suelo tras la guerra es especialmente relevante en el nuevo proceso de urbanización, influyendo de manera directa en la reducción de los precios del suelo. Sobre la dotación de suelo edificable habla C. H. Fuchs, concejal en Breslau, en la publicación que se estudia.

Una política de suelo activa vinculada a la vivienda requiere, en primer lugar, de un aumento del territorio de influencia municipal, evitándose así los límites urbanos que dificultan el desarrollo de una política urbanística territorial coherente (Fuchs, 1928). En este sentido, Fuchs destaca las ampliaciones que se producen por mancomunación de municipios.

La más relevante es la de Berlín, que en 1920 se constituye, finalmente, en el territorio del Gran Berlín, diez años después de que las visionarias directrices para esta ciudad se plantearan en el concurso Gross-Berlin (Vereinigung berliner Architekten, 1907).

La ciudad unifica su territorio con los municipios colindantes y su extensión alcanza las 87.835 ha, frente a las 6.367 ha de Berlín en los años previos a la guerra, lo que da idea de la relevancia de esta transformación. Entre 1914 y 1927 este proceso de fusión se produce en otros muchos municipios alemanes. Entre las ciudades de más de 200.000 habitantes destacan, entre otros, los crecimientos de Colonia, con una expansión aproximada de 13.382 ha, Essen, con 5.940 ha, y Dresde con una ampliación del suelo de 4.530 ha (Fuchs, 1928).

Un segundo aspecto que destaca este autor es la política municipal de suelo desarrollada durante los primeros años de la década. En general, antes de la guerra la adquisición de suelo por la Administración se dirigía solo a la ejecución de obras públicas y la construcción de la vivienda dependía principalmente de la iniciativa privada. Tras la guerra, la participación de la Administración en el mercado del suelo y la edificación resulta necesaria para sustituir a una actividad privada muy mermada.

El precio del suelo baja considerablemente en la mayoría de las ciudades; valores en torno a un 50% del anterior a la guerra son corrientes en las grandes ciudades. Para la preparación de suelo edificable, las administraciones recurren a sus dotaciones, y aprovechan esta coyuntura para ampliarlas en lo necesario, principalmente mediante procesos de compra voluntaria, pero también mediante la expropiación (Fuchs, 1928).

De esta forma, la Administración actúa como elemento regulador del mercado del suelo, poniéndolo a disposición, conteniendo los costes, propiciando el aumento de la actividad constructora pública y subsidiando las actuaciones de interés común, incidiendo así también sobre los precios de la emergente actividad privada.

La ordenación del suelo. Principios de planeamiento

Junto con los avances legislativos y fiscales, el mantenimiento de un precio bajo del suelo es el elemento determinante en el tránsito de la ordenación del suelo desde la compacidad urbana anterior hacia la deseada edificación abierta, o extensiva, y el protagonismo de la vivienda pequeña y la vivienda unifamiliar (Adickes y Hinckeldeyn, 1895). En este nuevo modelo urbano se producirán los grandes desarrollos unitarios característicos de la ciudad alemana de esta década.

Sobre los criterios de ordenación del suelo edificable comunes en estas actuaciones habla Hermann Ehlgötz, arquitecto, urbanista y miembro, en representación de Essen, de la dirección técnica de la agrupación de municipios del Ruhr, en su aportación Die Aufschliessung des Baugeländes (La división del suelo edificable) (Ehlgötz, 1928).

Un breve recorrido histórico sirve a este autor para destacar el enfoque distinto de la nueva política de la urbanización, que frente a los procesos especulativos anteriores centra ahora su atención en el hombre, el espíritu social y la economía.

La guerra da por concluida, definitivamente, la política del urbanismo decimonónico y su rígida ordenación del suelo. Termina también con el periodo de transición paulatina del urbanismo anterior en su intento de superar esta herencia. Se refiere Ehlgötz a Camillo Sitte y al momento de la configuración artística de la ciudad con la sustitución del plan de alineaciones por el plan de ordenación o Bebauungsplan, que considera, además, la configuración de su espacio urbano (Collins et al., 1980); a la época del urbanismo del embellecimiento urbano, del Stadtbaukunst (Sonne, 2010), y al incipiente desarrollo de una forma urbana más extensiva favorecida por la mejora de las redes de comunicación y el ferrocarril, con las primeras villas burguesas periféricas y la más social ciudad-jardín; a los movimientos cooperativistas, que aumentan el interés en amplias capas de la población por una liberación en la forma de habitar: “el anhelo de la patria perdida en el rápido desarrollo de la industrialización” (Ehlgötz, 1928, p. 64), o el sentimiento vernáculo del pueblo alemán respecto a la naturaleza, al que se refieren otros autores. Y destaca, como punto álgido de este deseo de transformación, cómo “las exposiciones de Urbanismo de 1910 y 1912 habían mostrado ya los relevantes aspectos del nuevo arte” (Ehlgötz, 1928, p. 65).

En 1910, la exposición de urbanismo de Berlín incluye los resultados del concurso Gross-Berlin. Las nuevas directrices sobre las que estructurar el crecimiento urbano, en su abandono de las formas compactas de la ciudad anterior, se hallan presentes en los proyectos galardonados en este concurso para la configuración de la futura gran ciudad mancomunada (Figura 2).

Fuente: Technische Universität Berlin. Architekturmuseum. Inv. Nr. 20541

Figura 2: H. Jansen, Gross-Berlin, 1910. Título: Cinturón de prados y bosques alrededor de Gross-Berlin, junto con las conexiones radiales 

Un sistema de crecimiento radial sobre las principales infraestructuras de transporte, que conectan centro y periferia, es el sostén de la zonificación y de los crecimientos posteriores. Una reducción escalonada de la edificabilidad en función de la distancia al centro permite la adopción de distintas formas urbanas para la vivienda pequeña, en una tendencia decidida hacia la extensión espacial. El mantenimiento y la conexión de los espacios naturales exteriores con los del interior de la ciudad, con la creación de una red verde próxima al ciudadano que satisfaga las nuevas exigencias de dotación mínima, y la disposición en los ámbitos exteriores, sobre la trama definida por los espacios libres y los elementos de circulación, de los nuevos establecimientos periféricos de baja densidad, establecen, en el momento anterior a la Primera Guerra Mundial, las características hacia las que dirigir la conformación de la ampliación de la ciudad moderna.

La guerra y su resultado concluyen radicalmente con este “tiempo preparatorio de estudio y reconocimiento de nuestra enfermedad urbana” (1928, p. 65), como describe Ehlgötz a los infructuosos esfuerzos de transformación del urbanismo alemán de principios del siglo XX.

Pocos años más tarde, estos mismos principios se constituyen en los criterios generales que los municipios trasladarán a sus nuevos planes. Son los principios del urbanismo alemán de la primera posguerra que Ehlgötz va desgranando en su extensa disertación y que a continuación se enuncian relacionándolos con otros aspectos relevantes en su formación.

Zonificación de las áreas de trabajo y vivienda

Tras la guerra, los municipios revisan sus planteamientos de desarrollo. La necesidad de vivienda es acuciante y en el ámbito municipal son numerosos los estudios que a partir de la nueva realidad plantean nuevos criterios para el establecimiento urbano. Estos estudios destacan la ausencia de división entre los lugares de trabajo y vivienda como el principal problema de la urbanización anterior. Ehlgötz menciona el realizado por Neumann, arquitecto municipal de Chemnitz, como el más certero, y recoge su principal conclusión:

No tanto la forma exterior, ni la escasez de espacios libres, ni las calles estrechas pero colapsadas de tráfico, ni las anchas y vacías, entre otras consideraciones, son las cuestiones cruciales, como el hecho de la mezcla sin planificación de los lugares de vivienda y trabajo. (Ehlgötz, 1928, p. 68)

La zonificación de la ciudad en áreas de vivienda, trabajo y esparcimiento articuladas por una red de tráfico bien dimensionada se asocia a los principios de la ciudad funcional promulgados por el Congrès Internationaux d'Architecture Moderne, CIAM, y que se concretan en la Carta de Atenas. Pero la zonificación de usos, la inserción de una red verde en la ciudad como elemento estructurador con el territorio, la diferenciación del tráfico y el dimensionado funcional de las calles son principios modernos del urbanismo alemán que muestran la extensión generalizada que en el desarrollo de la ciudad alemana de la primera posguerra europea ya alcanzan estos criterios que tomarán forma en la carta (Kähler, 1985).

En los años anteriores a la guerra el sentimiento de expansión territorial o de edificación extensiva, la idea de Weiträumige Bebauung de Hynckeldeyn y Adickes (1895), tan presente en el concurso Gross-Berlin (Tubbesing, 2010), ha permeado en la sociedad alemana. En las propuestas de planeamiento más avanzadas de este momento el modelo urbano se estructura en torno a los sistemas de circulación radiales, la zonificación y la inserción de la ciudad en el espacio verde territorial.

Este esquema básico se muestra con claridad en los dibujos de la propuesta de B. Möhring para el concurso de Gross-Düsseldorf de 1912, destacada por Th. Goecke en la revista Der Städtebau, como antecedente de propuestas similares que se están desarrollando en los años previos al conflicto bélico (Goecke, 1916) (Figura 3).

Fuente: Der Städtebau, Jhrg. XIII, H. 3, 1916

Figura 3: B. Möhring, 1912. Esquema teórico de crecimiento urbano con vías radiales, zonificación de usos e inserción territorial (izquierda); adecuación a la ciudad de Dusseldorf (derecha) 

Tras la Primera Guerra Mundial, los nuevos planes definen áreas destinadas a vivienda, proponiendo una relación de compromiso entre proximidad y tolerancia con las áreas de trabajo. La dependencia entre estos ámbitos es una cuestión relacionada con los aspectos económicos de los tiempos de trabajo, los salarios y la financiación del transporte. Los nuevos planes procuran un equilibrio de estos factores en la localización de las nuevas zonas de vivienda, y también una cierta mezcla con una pequeña industria, necesaria y asumible, en los ámbitos de vivienda de mayor densidad (Ehlgötz, 1928).

A partir de 1920, sobre este primer principio básico de la zonificación que diferencia “áreas de trabajo, de vivienda y de esparcimiento, relacionadas por el sistema general de circulación”, se desarrollan los trabajos de las oficinas técnicas municipales que conducen a unas nuevas “líneas generales de urbanización” (Ehlgötz, 1928, p.68). Estos trabajos se abordarán por los propios medios de la Administración o mediante la intervención colectiva de otros profesionales. El resultado será la revisión de gran parte del planeamiento urbano alemán vigente.

Planificación del tránsito y del transporte territorial

En las ciudades aumenta el desarrollo de las infraestructuras para las calles de tráfico y los servicios de tranvías. En su definición, no solo se atienden los aspectos técnicos, sino que se da respuesta también a las exigencias artísticas de la ciudad:

Si por una parte hay que abandonar una exagerada política de la “edificación alta”, extraña a nuestra sensibilidad como pueblo, por otro lado se mantiene la densificación en términos asumibles de los volúmenes edificados junto a las vías de tráfico, tanto por motivos económicos y técnicos de transporte, como por consideraciones estéticas. También una definición espléndida de los nodos de tráfico como puntos significativos de orientación se logrará mediante la construcción de vivienda en la posguerra. (Ehlgötz, 1928, p.72)

Esta significación de la edificación de borde de las vías principales, resultado de una construcción envolvente de la manzana de mayor altura, es el mismo principio planteado en el sistema de edificación mixto de Möhring, Eberstadt y Petersen para el concurso Gross-Berlin, primera ocasión en la que la manzana normativa densa berlinesa transformaba su interior amorfo mediante un reparto de su edificabilidad que aumenta en el perímetro y se reduce en el interior de la manzana.

Estos autores destacaban como un principio relevante de este sistema la significación arquitectónica de la edificación que define los bordes de las calles, que enlazan centro y periferia, como manera de potenciar el carácter urbano de estas áreas de extensión (Möhring et al., 1911).

Estos mismos criterios se utilizan en la conocida Siedlung de la herradura (Grosssiedlung Berlin-Britz Hufeisensiedlung) de 1925, donde la edificación de baja densidad se desarrolla en el interior de la ordenación delimitada por el gran frente rojo que dota de impronta urbana al eje Grüner Ring (anillo verde), hoy Fritz Reuter Allee (Figura 4).

Fuente: Der Wohnungsbau in Deutschland nach dem Weltkriege; Autor (2016)

Figura 4: B. Taut. Grosssiedlung Berlin-Britz, 1925-1927. Fotografía aérea de la actuación (el negativo está invertido) (izquierda); Frente rojo estado actual (derecha) 

Con respecto al transporte territorial, el planeamiento municipal aborda ahora las infraestructuras primarias de conexión que se habían desarrollado de manera un tanto autónoma respecto del diseño de los establecimientos urbanos. Se considerarán de manera especial en los planes, coordinándose eficazmente los trazados de las infraestructuras aéreas y fluviales, y se insiste en la participación obligatoria de los ferrocarriles en el momento de la planificación urbana.

Definición de los espacios libres y espacios verdes

En la disertación de Ehlgötz sobre este aspecto fundamental de la nueva planificación urbana subyace un sentimiento autóctono hacia la vivienda unifamiliar y el apego a la tierra, cuestiones relacionadas con el espíritu germano y con un cierto sentimiento de Heimatschutz o protección de los valores vernáculos.

Las decisiones sociopolíticas y culturales comunes que se están adoptando en este momento para mejorar la cultura de la construcción de vivienda, pretenden reforzar este espíritu popular, como podría traducirse el término utilizado de Volkskraft, con medidas para aproximar al hombre al contacto con la tierra. Estas son distintas según sean las condiciones locales, remarcando el autor las dos situaciones extremas que se pueden encontrar en el territorio alemán. Por una parte, está la forma urbana característica de las poblaciones próximas a los recursos naturales, en la que predomina la idea de la casa y el hogar propio; por otro lado, está la gran ciudad del bloque de alquiler, donde predomina la vivienda agrupada.

En el primer caso, se trata de “conservar y proteger el amor por el campo y por la pequeña y mediana ciudad, y con ello el origen de la fuerza del pueblo”, escribe Ehlgötz citando al director de la oficina de urbanismo de Dresde. En el segundo caso, se tiene que recuperar “el verde desterrado por una política de construcción equivocada”, mediante un sistemático engarzado entre ciudad y territorio. “Entre ambos polos se dan, sobre todo en las ciudades medianas, infinidad de situaciones” (1928, p. 72).

Sobre la inserción del verde en la ciudad, se había manifestado Camillo Sitte en la cuarta edición de su manual, en 1909, con su división entre el “verde salutífero y el verde ornamental” (Sitte, 1926, p. 201), utilizando la traducción que realiza Canosa sobre la capacidad reparadora o sanitaria que otorga Sitte a una vegetación frondosa. Este “verde salutífero”, capaz de satisfacer la sensibilidad del hombre, lo situaba Sitte preferentemente en el espacio próximo a la vivienda, en los patios de manzana.

Esta idea general de inserción verde se abordó de manera específica en las distintas propuestas para Gross-Berlin, y particularmente en la propuesta de cuñas verdes adaptadas al sistema radial de ampliación urbana que planteaba el equipo de Möhring, Eberstadt y Petersen.

Una aproximación diferente al verde urbano la realiza Martin Wagner en 1915, en su disertación de doctorado Sanitäre Grün der Städte (El verde sanitario de las ciudades), una “contribución a la teoría de los espacios libres”, como indica el subtítulo de su trabajo (Wagner, 1915). En este estudio, los planteamientos locales de Sitte y los territoriales de Möhring, Eberstadt y Petersen se complementan con un sistema de espacios libres determinado por el concepto principal de Einflusszone o área de influencia de los espacios libres, que debe determinar su disposición y la relación con las áreas de vivienda.

Según Wagner, ni la distribución concéntrica de los espacios verdes ni el sistema de cuñas son suficientes para la correcta distribución de los espacios libres en el plan de la ciudad. El principal valor del verde es su valor de uso, el contacto físico con el hombre, y debe establecer las directrices para su distribución. Los espacios libres deben proyectarse en un lugar donde puedan ser usados y deben acomodarse lo más posible a las áreas de vivienda a las que se vinculan y es este el principio distributivo fundamental (Figura 5).

Fuente: M. Wagner. Das Sanitäre Grün der Städte

Figura 5: M. Wagner, 1915. Esquemas de distribución del verde en la ciudad: el cinturón verde (izquierda); las cuñas verdes de Möhring, Eberstadt y Petersen (centro), y el verde utilitario y distribuido (derecha) 

Tras la guerra, la política de espacios verdes incide en estas ideas anteriores.

Ehlgötz se refiere al sistema del cinturón verde perimetral como el recurso principal en la dotación de espacio libre y a la necesidad de su engarce o penetración en las áreas de la ciudad:

El ‘cinturón verde’ y el ‘sistema verde’, aun conceptos más o menos teóricos pues les corresponde una economía parcelaria radical y sin beneficio en la mayoría de los casos, son hoy elementos clave en la planificación general de poblaciones y han encontrado por ello un importante empuje en la construcción de vivienda de la posguerra promovida por los municipios. Desde todos los lugares debe penetrar la naturaleza en el entorno construido por el hombre. (Ehlgötz, 1928, p. 74)

La distribución de las dotaciones locales de espacios libres tiene gran repercusión en el planeamiento, no solo en las áreas de extensión y de borde, sino también en aquellos ámbitos que, estando ya en desarrollo, aún son susceptibles de modificación. Los planes se modifican para incluir mayores zonas libres que esponjan el paisaje de la ciudad y a la vez estructuran el sistema urbano.

Son ahora estos espacios libres los principales elementos que determinan la visión estética de la ciudad:

Desde el punto de vista artístico, la imagen de la ciudad la crean los parques, cementerios, campos de juego y deporte, playas de baños, praderas populares, paseos, zonas y bandas verdes y calles ajardinadas, hasta las plazas representativas y jardines públicos. (Ehlgötz, 1928, p. 74)

Una característica que se observa en muchos de los planes elaborados en los primeros años de la década y también en ordenaciones anteriores que aún pueden ser modificadas, donde las principales secuencias espaciales vienen determinadas por la relación entre los distintos espacios libres (Figura 6).

Fuente: F. Schumacher. Das Werden einer Wohnstadt

Figura 6: F. Schumacher. Nord Barmbeck, Hamburgo. Planeamiento anterior con 5 plantas y ausencia de espacios libres (izquierda); revisión del plan con la inclusión de espacios libres y trazados verdes (derecha) 

Se valora además la intensa relación de la edificación doméstica con el paisaje natural: la “unidad armónica entre la vivienda de posguerra y la naturaleza” (Ehlgötz, 1928, p. 75), cuyas líneas maestras influyen en el trazado de las calles y en la definición de la edificación, señalándose, en este sentido y entre otras, las actuaciones de Riedhof y Praunheim en Fráncfort, por su sutil alineación con el pasaje del valle del Nidda.

La ordenación de la edificación

Destaca Ehlgötz el “equilibrio económico y cultural” alcanzado en la ordenación del suelo edificable basado en la utilización de la construcción perimetral “más o menos cerrada” (1928, p. 78); equilibrio entre la deseada expansión territorial y el valor del suelo que la posibilita. Su principal característica no es tanto la mayor o menor densidad de la edificación como el mantenimiento sistemático del interior de la parcela para espacio libre de uso privado o público, con una dotación de jardines, huertos, o espacios de juego vinculados a las viviendas, o formando parte del sistema de espacios libres.

Respecto a la forma predominante de la edificación, el mismo autor se refiere a una clasificación realizada por el arquitecto municipal de Hamburgo Fritz Schumacher de los diferentes grados de la edificación perimetral en: (i) sistemas de manzana (Blocksystem); (ii) sistemas de bandas (Streifensystem) con la edificación situada en los lados largos de la parcela, y (iii) el sistema de filas (Zeilensystems), como un sistema de bandas a un solo lado. Esta última disposición será característica en las ordenaciones de los dos últimos años de la década, como un último estadio de la ordenación de la Siedlung, del establecimiento urbano, hacia soluciones más abstractas.

Por lo general, se abordan ámbitos completos, y en la ordenación de la edificación se reconoce una intención formal del planificador, que acentúa el carácter unitario del establecimiento urbano. Este deseo de una formalización unitaria se lleva a cabo en multitud de ejemplos de la construcción de vivienda tras la guerra, “desde el pueblo a la gran ciudad, desde la manzana al barrio” (Ehlgötz, 1928, p. 81), y es la financiación pública, directa e indirecta, la que posibilita el planteamiento unitario y el marcado carácter que surge en estas actuaciones. “Puede decirse que los planes han dado al carácter de las distintas zonas de urbanización siempre la correspondiente nota” (1928, p. 78), escribe Ehlgötz para señalar las diferencias que se establecen en función de la localización de los nuevos asentamientos, que reciben un tratamiento diferente en función del tamaño de ciudad y de su situación más urbana o más periférica. En cualquier caso, la tendencia hacia la extensión espacial se consolida en todos los ámbitos, desde las actuaciones de borde urbano hasta las más periféricas.

La gran manzana en la Wittelsbacher Allee en Bornheimer Hang, en Fráncfort, es un buen ejemplo de cómo incluso en el suelo más consolidado el aumento del tamaño de la manzana, la disposición estratégica de la edificación, similar en este caso al sistema de edificación mixto de Möhring y Eberstadt para Gross-Berlin, el ajuste del viario y la interposición de espacios verdes posibilitan una configuración más abierta de la edificación (Figura 7). Un planteamiento que se alcanza, plenamente, en el territorio más periférico y en los establecimientos satélite de esta ciudad.

Fuente: Autor (2016)

Figura 7: E. May, H. Boehm, C.H. Rudloff. Bornheimer Hang, Francfort, 1926-30. Interior de manzana en Wittelsbacher Allee. Edificación perimetral envolvente de 4 plantas enmarcando la edificación de baja densidad (izquierda); Hileras situadas en el interior, servidas por una calle doméstica (derecha) 

El nuevo establecimiento urbano moderno, la Siedlung de posguerra, quiere favorecer una forma de habitar que aproxime al hombre a la naturaleza y a una vida doméstica. La vuelta a una relación profunda del hombre con su tierra natal, con su paisaje y sus costumbres, es una característica de las nuevas ordenaciones.

Una tendencia que deriva del carácter ancestral de la vida en común del poblado y que tiene en el espacio de la Angeranlage, la pradera comunal tradicional situada en el centro de la población, un referente popular del espacio colectivo. En prácticamente todos los nuevos planes de los establecimientos de mediados de la década de 1920 este espacio comunal se dispone como elemento reconocible del sistema de ordenación.

Sobre la importancia de la introducción de los elementos de relación pública en la estructura de la ordenación urbana, escribe Ehlgötz:

Casi podría decirse que esta idea, junto con las importantes cuestiones de la separación de las áreas de vivienda y trabajo, la creación de una red de tráfico ordenada y una red verde sistemática constituyen la esencia de todos nuestros principios de posguerra de división del suelo, en relación con la política del asentamiento, y se volverá a encontrar en el diseño de la manzana individual, en los patios de vivienda y en los interiores de manzana. (1928, p. 80)

El espacio colectivo que articula la ordenación se encontraba en el centro de la ordenación del sistema de edificación mixto de Möhring y Eberstadt para Gross-Berlin de 1910, en la propuesta de ciudad satélite de Ernst May para el concurso de Breslau, en 1921, y se reconoce también en las primeras Siedlungen modernas, como ocurre en Berlín-Britz de Taut (Figura 4) o en la Siedlung Berlin-Wittenau de H. Muthesius (Figura 8). En los años finales de la década, a medida que el modelo de urbanización se separa de una ordenación jerárquica y vuelve hacia soluciones más densas, vinculadas más al desarrollo urbano que a la colonización rural, los espacios colectivos se disuelven en la ordenación y dejarán de constituir un foco o centro para extenderse más uniformemente a lo largo de todo el establecimiento.

La configuración espacial de la calle

Con relación al espacio de la calle, Ehlgötz destaca la diversidad de enfoques que se da en estos momentos.

Se mantienen algunos criterios anteriores a la guerra, como el uso de focos de perspectiva que refuerzan las alineaciones. También el trazado curvo de la calle, utilizado con toda lógica en los terrenos en pendiente, se sigue utilizando en ordenaciones planas por motivos paisajísticos y es un criterio de trazado en muchos establecimientos de este periodo.

Fuente: Der Wohnungsbau in Deutschland nach dem Weltkriege; Autor (2016)

Figura 8: H. Muthesius. Siedlung Berlin-Wittenau, 1924-1928. Calles de trazado sinuoso de influencia sittesca confluyen en el espacio comunal. Fotografía de la época y planta de la Siedlung (izquierda); Fotografía actual de una de sus calles (derecha) 

El problema de orientación y configuración funcional que supone el giro de la esquina del bloque lineal tendrá una especial repercusión en la morfología urbana, evitándose los encuentros agudos entre calles, característicos de los sistemas de ordenación radiales, y la práctica desaparición de la manzana triangular.

También la morfología de la edificación está condicionada por el vaciado de las esquinas en las configuraciones de manzanas perimetrales y por la eliminación de los lados más estrechos de cabeza en las manzanas rectangulares, que habitualmente presentan una peor orientación respecto del criterio más extendido de disposición del eje del bloque y de la calle en dirección norte sur.

Además, son cada vez más frecuentes las soluciones más vanguardistas de independencia entre el trazado viario y la alineación de la edificación. Esta disposición se fundamenta en criterios objetivos de mejora del soleamiento y la ventilación, pero también en otras cuestiones arquitectónicas relacionadas con una configuración espacial más abierta de la calle y la distribución más extendida del espacio verde que se favorece con una disposición más autónoma de la edificación (Figura 9).

Fuente: Autor (2016)

Figura 9: Berlín, conjunto de viviendas en Afrikanischer Strasse con su alineación independiente del vial 

Se generalizan las parcelaciones sobre un sistema reducido de viales de tráfico rodado y con una clara diferenciación de las tan reclamadas Wohnstrassen (Goecke, 1893), calles domésticas o calles de vivienda, adaptadas a las exigencias de la edificación residencial (Bosch Abarca, 2017).

En estas calles de vivienda se reduce la sección del vial para su abaratamiento, y se introducen zonas ajardinadas previas a los edificios, los jardines delanteros o Vorgarten, para respetar la separación reglamentaria entre alineaciones de la edificación. Surge el nuevo concepto de Wohnwege, o caminos de acceso a la vivienda, que se resuelven de la manera más económica posible, con anchos para un solo vehículo, o incluso solo como accesos peatonales.

Esta separación sistemática de los tráficos y la reducción en número de las calles de circulación es uno de los fundamentos del más radical sistema de hileras con orientación única, el Zeilenbau, que predominará en los dos últimos años de la década.

El espacio interior de la manzana

La diferencia más radical tras la guerra en la nueva ordenación urbana la establece el tratamiento del espacio interior de la manzana.

El gran interés mostrado sobre un interior de manzana anterior a la guerra tan denostado, ha supuesto, con el planeamiento de posguerra, el mayor éxito cultural de la construcción de vivienda. La categórica división de la manzana y como consecuencia habitualmente también la definición ajardinada y unitaria de su patio interior, era una premisa común fundamental de las medidas prácticas previstas para la división del suelo. (Ehlgötz, 1928, p. 84)

El suelo se estructura en manzanas sistemáticas, con un tratamiento unitario de su interior como espacio libre. El objetivo es dotar a cada vivienda de un espacio de huerto o jardín.

Los interiores de manzana pasan a formar parte del sistema verde general, albergando zonas de recreo, espacios de juego o deportivos u ocupándose con pequeños huertos colectivos. Estos últimos, los Pachtgarten, son auténticos huertos urbanos que se arriendan de forma temporal y que, además de permitir su explotación para el autoconsumo, posibilitan el contacto frecuente del habitante de la ciudad con la naturaleza (Arredondo Garrido, 2018) (Figura 10).

Fuente: F. Schumacher. Das Werden einer Wohnstadt; Autor (2016)

Figura 10: Fritz Schumacher y Oficina planeamiento de Hamburgo, s. 1925. Planeamiento volumétrico para el ámbito sur del parque de la ciudad (izquierda); Fotografía actual del interior de la manzana central de K. Schneider (derecha) 

Con la incorporación del espacio libre interior de la manzana a la estructura verde urbana se concluye el tránsito, iniciado en las primeras manzanas reformadoras, desde el “mar pétreo” (Muthesius, 1910, p. 532) de la ciudad decimonónica, a la ciudad moderna, extendida y verde, de la primera posguerra alemana.

En los años finales de la década, a partir de 1928, con la ordenación del suelo mediante hileras de orientación única como mecanismo ideal para una colonización territorial, desaparece definitivamente la manzana, y el espacio libre se extiende entre la edificación lineal configurando un soporte de relación continuo que sustituye a la calle.

Conclusión

Los principios del urbanismo enunciados en este artículo se han difundido con profusión a partir del estudio de las actuaciones más singulares recopiladas en la historiografía del urbanismo y la vivienda modernos de la primera posguerra alemana. Esta selección ha eclipsado uno de los principales valores de esta modernidad que es la generalización de unos nuevos principios de urbanización en la ampliación de la ciudad alemana que se construye tras la Primera Guerra Mundial.

De una manera diferente, en un recorrido inverso desde lo general a lo particular, la principal referencia bibliográfica estudiada en este artículo presenta estas características como el resultado colectivo de unos planteamientos comunes.

En la mayoría de las actuaciones urbanas de este periodo que encontramos al recorrer las ciudades alemanas, esta forma de construir la ciudad ha dotado de un carácter específico a su espacio urbano. Los principios de planeamiento de este urbanismo se reconocen en esta fuente a través de las innumerables referencias a los ejemplos que se citan en el texto y las restantes que constituyen la base gráfica del documento, intervenciones que se producen en diversas ciudades y poblaciones, en todo el territorio alemán.

Así, con independencia de que la expresión de la arquitectura de la vivienda que se produce en estas actuaciones tenga un carácter más vernáculo o sea el resultado de una aproximación más objetiva y formalmente sintética, característica de la vanguardia de la arquitectura alemana de este momento, la ciudad moderna alemana de este periodo se caracteriza por una idea común que tiene a la vivienda pequeña y su relación con la naturaleza como principales argumentos de su desarrollo. A partir de la situación general alcanzada en esta forma urbana moderna se construyen, entre otras actuaciones coherentes con estos principios y de gran interés, también las más reconocidas del movimiento moderno alemán del Neues Bauen.

En estos fragmentos urbanos revisitados, convertidos hoy en lugares cotidianos de la ciudad alemana, aún se percibe la “nueva forma de habitar” anunciada por Gut, pero también se hace cada vez más evidente la posibilidad contemporánea de este modelo urbano como un lugar amable para vivir.

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Recibido: 19 de Marzo de 2023; Aprobado: 12 de Junio de 2023; Publicado: 19 de Julio de 2023

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