259

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

Actitudes, conocimientos y creencias de los
adolescentes sobre la violencia de pareja

en Cuenca-Ecuador1

Attitudes, knowledge and beliefs of teenagers regarding violence against
women within a heterosexual relationship in Cuenca, Ecuador

Pinos G., Pinos V., Jerves M., Maenhout S., Enzlin P.
Universidad de Cuenca, Ecuador

Resumen
El objetivo de esta investigación fue el de explorar las actitudes,
conocimientos y creencias de los adolescentes sobre la violencia de pareja.
La información fue recolectada a través del desarrollo de doce grupos focales
con adolescentes varones y mujeres de colegios de la ciudad de Cuenca. La
discusión en los grupos fue dirigida a partir de una guía que contenía dos
historias sobre casos de violencia de pareja. Los datos fueron analizados
utilizando Análisis Temático. Los resultados evidencian la existencia de
una incoherencia entre el rechazo manifiesto de los adolescentes hacia la
violencia y la justificación implícita que ellos expresan con respecto a ciertas
situaciones de violencia dentro de la pareja. El estudio pone de manifiesto
que a pesar de que los adolescentes tienen conocimientos sobre la violencia
y sus factores de riesgo, existe aun la presencia de mitos y creencias que
están arraigados en el pensamiento y que justifican y normalizan la violencia
de pareja.

Palabras clave: Actitudes, Conocimientos, Creencias, Adolescentes,
Violencia de Pareja.

1 El presente estudio ha sido posible gracias a los fondos otorgados por el programa
VLIR-IUC de cooperación entre la Universidad de Cuenca y el Consejo de Universidades
Flamencas de Bélgica. Expresamos nuestro agradecimiento a Hana Van París y Rachad
Balitar, por su asesoría técnica en el análisis cualitativo y a Liesbeth Smeyers y Silvia López
por su ayuda en el diseño de la propuesta y recolección de datos, respectivamente.

260

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

Abstract
The objective of this research was to explore the attitudes, knowledge and
beliefs of adolescents about dating violence. The information was gathered
through the development twelve focus groups with male and female
adolescents from high schools in the city of Cuenca. The discussion was led
from a guide that contained two stories about dating violence cases. Data were
analyzed using Thematic Analysis. The results suggest the existence of an
inconsistency between the apparent rejection of teenagers towards violence
and implicit justification they express with regard to certain situations of
violence within the couple. The study shows that although adolescents have
knowledge about violence and its risk factors, there is still the presence of
myths and beliefs are rooted in thought that justify and normalize partner
violence.

Key words: Knowledge, Beliefs, Attitudes, Adolescentes, Partner Violence.

***

Introducción

La violencia de pareja se refiere a cualquier comportamiento que cause
daño físico, psicológico o sexual a por lo menos uno de los miembro de una
relación íntima (Krug y col. 97). La OMS, en su Informe mundial sobre la
violencia y la salud (2003),
señala que entre el 10% y el 69% de mujeres
ha sufrido violencia física dentro de su relación de pareja. Estudios en
América Latina y el Caribe han encontrado que entre el 30% y el 75% de las
mujeres han sufrido violencia psicológica y entre el 10% y 30% violencia
física dentro de su relación (Buvinic, Morrison y Shifter 1). En Ecuador, un
estudio desarrollado con mujeres entre 15 a 49 años, encontró que el 41%
de ellas ha experimentado violencia psicológica, el 31% violencia física y el
2% violencia sexual por parte de su pareja (ENDEMAIN 11).

El modelo ecológico propuesto por Heise, Ellsberg y Gottmoeller, explica
la violencia a través de la existencia de factores individuales, relacionales,

261

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

comunitarios y sociales que se convierten en factores de riesgo para que esta
se produzca. Dentro de los factores individuales se reconocen: edad, consumo
excesivo de alcohol, depresión, trastornos de la personalidad, bajo nivel
educativo, bajos ingresos familiares, haber sido testigo de la violencia en la
niñez. Entre los factores relacionales se encuentran: conflictos de la pareja,
inestabilidad matrimonial, dominación masculina, presión económica. Los
factores de la comunidad son: sanciones débiles de la comunidad contra la
violencia doméstica, la pobreza y el capital social bajo. Finalmente, los
factores sociales incluyen los roles tradicionales de género y las normas que
apoyan y/o permiten la violencia dentro de la pareja (Buvinic, Morrison,
y Shifter 13-18; Krug y col. 105-109). En este mismo sentido, un estudio
local de la Universidad de Cuenca detectó como factores relacionados con la
violencia familiar a bajo nivel de instrucción, vivir en hacinamiento, haber
sido testigo o haber sufrido violencia en la infancia, y tener familiares con
un frecuente consumo de alcohol (Pinos, Calle, y Ávila 11-13).

Entre los factores expuestos, las creencias y actitudes tolerantes hacia la
violencia a la mujer constituyen un importante factor de riesgo para su
ocurrencia (Ferrer y col. 1). De hecho, las creencias y mitos culturales
respecto a la violencia a la mujer cumplen tres funciones: culpabilizan a
la mujer por la violencia sufrida, naturalizan o normalizan la violencia
hacia la mujer y, dificultan que la mujer salga de esa situación (Corsi 7).
Entre los mitos que naturalizan o normalizan la violencia hacia la mujer, se
han descrito: el enamoramiento (Rodríguez, Sánchez, y Alonso 193-194;
Zastrow y Kirst-Ashman 354), la creencia de que el hombre posee impulsos
incontrolables y de que la mujer puede tener tendencias masoquistas y por
lo tanto buscar y disfrutar de una relación violenta (Crooks y Baur 546-547;
Corsi 7).

De otra parte, se han encontrado como factores culturales asociados con la
violencia, a los estereotipos de género que señalan como valores femeninos
la debilidad y la sumisión, y como valores masculinos la fuerza, el control
absoluto, la dureza emocional y la utilización de la violencia (Díaz-Aguado
90). En nuestra cultura estos estereotipos de género han sido conocidos
como machismo y el marianismo (Crooks y Baur 75; Flake y Forste 20–21;
Shibley y DeLamater 337). El machismo es un modelo de masculinidad
que persigue resaltar una actitud de superioridad y dominación por parte

262

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

de los hombres (Ingoldsby 57; Sequeira 7-14); mientras que el marianismo
se caracteriza por el culto e idealización de una feminidad basada en la
Virgen María, que rescata como virtudes la pasividad, la pureza, el sacrificio
personal, la sumisión, la aceptación de la violencia y la dependencia hacia el
hombre (Ingoldsby 59; Sequeira 28-35).

Pese a la importancia del tema, las investigaciones en nuestro país sobre
la violencia de pareja son escasas; además, la mayoría de ellas tienen un
enfoque cuantitativo y están centradas en la población adulta por lo que se
posee muy poco conocimiento sobre este tema desde la perspectiva de los
adolescentes. El objetivo de esta investigación fue, por tanto, explorar las
actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre la violencia
de pareja.

Método

El diseño empleado fue cualitativo, lo que permitió conocer el fenómeno
de manera contextualizada desde los valores, experiencias y percepciones
de los participantes (Hernández, Fernández, y Baptista 8-11). El estudio
se realizó durante el año académico 2009-2010, con adolescentes de dos
colegios de la ciudad de Cuenca, Ecuador (uno público y uno privado). Los
dos colegios fueron seleccionados de entre los participantes del proyecto
“Promoción de la salud sexual en adolescentes, HUMSEX”, desarrollado
dentro del programa de cooperación interuniversitaria entre la Universidad
de Cuenca y el Consejo de Universidades Flamencas, VLIR-IUC.

Para la selección de la muestra, se utilizó un muestreo intencionado por casos
típicos con ayuda de un informante clave (Pineda, De Alvarado, y De Canales
121), que fue el Psicólogo de cada colegio. La muestra estuvo constituida
por 127 adolescentes escolarizados, entre 11 y 19 años, distribuidos de la
siguiente manera: el 44.19% fueron hombres y el 55.90% mujeres; 36.22%
estudiaban en octavo de bachillerato, 32.28% en primero de diversificado y
el 31.50% en tercero de bachillerato. El 51.18% estudiaban en un colegio
fiscal y el 48.82% en colegio privado.

263

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

La recolección de la información se realizó por medio del desarrollo de 12
grupos focales, organizados según colegio, curso y sexo. Los moderadores
fueron profesionales de las ramas de la Psicología, Pedagogía, y Psiquiatría.
Los grupos fueron desarrollados luego de la aprobación de las autoridades
de los colegios, y con el consentimiento informado de los participantes,
quienes fueron notificados sobre el objetivo y los procedimientos de la
investigación, así como de los beneficios del estudio.

La guía empleada en los grupos focales, fue diseñada y aprobada en consenso
por los miembros del proyecto de investigación y estuvo constituida por
dos historias de violencia de pareja, una relacionada con violencia violencia
física y otra con violencia sexual. Cada historia tenía una guía de preguntas
para propiciar el debate sobre el tema. Las sesiones de los grupos focales
fueron grabadas y transcritas literalmente para su posterior analisis. El
análisis se lo hizo de forma manual mediante Análisis Temático (Braun y
Clarke 96). Los resultados se triangularon para asegurar la consistencia,
credibilidad y confiabilidad de los resultados; para ello, tres miembros del
equipo realizaron un análisis de los datos por separado, en varias sesiones
se compararon los resultados hasta llegar a un consenso sobre los mismos.
Como un sesgo a considerar se tiene que la historia de violencia física
incluida en la guía, contenía un componente de infidelidad hacia la mujer y
que en la historia de violencia sexual se incluyó un elemento de diferencias
de estrato socio-económico de los integrantes de la pareja. Estos elementos
captaron la atención de los participantes, por lo que fue necesario depurar
los datos para analizar sólo la información concerniente a la violencia de
pareja.

Resultados

Las categorías encontradas como resultado del análisis fueron: identificación
de la violencia; actitudes hacia la violencia; conocimientos y creencias sobre
la producción de la violencia; y violencia hacia el hombre.

Con el objeto de identificar el tipo de violencia sobre el cual se genera cada
cita, se emplearán las siguientes etiquetas: VS para la violencia sexual y VF
para la violencia física.

264

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

Identificación de la violencia

De entre los diferentes tipos de violencia, fue la física la que fue más
claramente identificada por los adolescentes participantes:

VF. “Es una brutalidad, perdón, pero ¿cómo? ¿cómo? (risas) es que
¡cómo le va a pegar! Es una agresión física…”. Participante
Mujer (PM).

Mientras, la violencia sexual no fue fácilmente identificable como tal para
los participantes, principalmente debido a que al no existir uso explícito
de la fuerza, sino más bien se da por coerción, esta no es reconocida como
violencia. Los participantes consideraron por tanto, que al no haber sido
usada la fuerza, la víctima podía haber evitado la violencia y al aceptarla se
demuestra un deseo sexual oculto:

VS. “¿Quién le va a creer de que le violaron así? es muy difícil
que le crean… es que, si fuera una violación, sería, como una
violación medio voluntaria, porque ella se deja así nomás
entonces ella también quiere”. Participante Varón (PV).

Actitudes hacia la violencia

En general, los adolescentes participantes de todas las edades y tanto varones
como mujeres, mostraron rechazo hacia el comportamiento violento,
enfatizando que al interior de la pareja debe haber respeto y comprensión:

VF. “…se supone que el respeto, es sumamente importante… ¡no!
¡Un hombre no debe tocarle un dedo a la mujer!”. PM.

VS. “… que respete la decisión de ella…tampoco le puede
obligar”. PV.

Sin embargo, algunos participantes consideraron a la violencia como algo
interno de la pareja, una especie de asunto privado, en el cual nadie debe
intervenir puesto que se trataría de un tipo diferente de relación:

265

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

VF. “A mí no me parece que esté bien…pero hay personas que
quieren de muchas maneras y hay parejas que se quieren así”.
PM.

Conocimientos y creencias sobre la violencia

Al discutir sobre los posibles factores relacionados con la violencia, los
participantes identificaron factores personales, relacionales, comunitarios
y sociales. Sin embargo, en sus expresiones, los adolescentes también
mencionaron ciertas creencias o mitos que ellos consideraron como factores
relacionados con la violencia.

Con respecto a los factores individuales relacionados con la violencia,
los participantes pudieron establecer factores tanto del agresor como de
la víctima. Entre los factores individuales del agresor señalados por los
participantes se encuentran: la edad, el haber sido víctima de violencia, la
falta de auto-control, los celos e inseguridad y el consumo del alcohol.

En lo que respecta a la edad, existió una diferencia en las percepciones entre
hombres y mujeres. Para los hombres, el comportamiento violento dentro de
las relaciones de pareja es más común entre adultos y jóvenes:

VS. “Adultos y jóvenes, ven la cara (engañan) [nota: en referencia
a aplicar presión psicológica a la mujer para tener relaciones
sexuales], más si son así mujeres de nuestra edad, de 15 o 16
años”, “Nosotros (los adolescentes), ¡no creo! yo creo que se ve
con otro sentido, vemos con otros ojos” PV.

Mientras para las mujeres este tipo de situaciones es más común entre los
adolescentes, y responde a su condición de inmadurez:

VS. “Si hay algunos hombres que respetan, pero no en la
adolescencia, porque no son maduros”. PM.

266

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

Los adolescentes participantes señalaron que, el haber sido víctima
de violencia lleva a conflictos en el individuo y que su influencia es tan
fuerte que afecta la relación con su pareja, donde es ella quien recibe las
consecuencias de esa frustración en forma de agresión:

VF. “Eh… es que como que tiene algún trauma, o algo que le ha
pasado y como que quiere desfogarse con esa persona que él
quiere, entonces… por alguna razón, él busca un desfogue y
ella sale golpeada, o algo así”. PM.


Para los participantes, una característica de la personalidad del agresor es su
falta de autodominio, de manera que el agresor resulta una persona que no
puede controlar su enfado por lo que incurre en actos de violencia:

Moderador: ¿Por qué actuó así el agresor?
VF. “Por falta de autocontrol… por mal manejo de la ira”. PV.

Se manifestó además que el agresor no tiene la capacidad de controlar sus
impulsos sexuales, los participantes consideraron que el hombre tiene esta
característica, lo cual implica que todo hombre, por su propia naturaleza, es
un agresor en potencia:

Moderador: ¿Por qué el agresor actuó así?
VS. “Porque los hombres tienen las hormonas alocadas y quieren

algo más que un abrazo, y van pidiendo más… Él va a decirle:
“dame una prueba de amor”. PM.

VS. “Así, casi la mayoría, sólo buscan sexo, sólo buscan placer…
complacerse ellos”. PV.

De otro lado, los participantes indicaron que los celos y la inseguridad
favorecen la violencia física:

VF. “La violencia física se da a veces por inseguridad… por
ejemplo: estoy inseguro de si ella me quiere y me pongo celoso
de cualquier cosa, desconfío de todo…”. PV.

267

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

Para los participantes, el consumo de alcohol surgió como un factor que
favorece la violencia, de manera que incluso una persona que habitualmente
no es agresiva, cuando está embriagada puede reaccionar de forma violenta:

VF. “Él le pega a una señora que vive por ahí, y más es los días
viernes, porque él, la mayoría de veces, llega tomado y coge
el carro y le hace dar vueltas por toda la ciudadela, y la señora
quiere meterle a la casa, pero no puede entonces el señor le
comienza a patear, a pegar y todo… ¡es todos los viernes la
misma historia! Pero sólo cuando está tomado, porque él los
otros días no hace nada y es cariñoso con ella y con los hijos y
pasan bien”. PM.

Entre los factores individuales de la víctima, los adolescentes atribuyeron
la predisposición a sufrir violencia a ciertas características, tales como el
masoquismo, la dependencia hacia el varón y la baja de autoestima.

En los grupos se sugirió que algunas mujeres pueden tener rasgos
masoquistas, pues les gustaría ser maltratadas; es decir, disfrutan de la
violencia y la buscan. Además, se indicó que si una mujer no escapa de la
situación de violencia es porque disfruta de esta:

VF. “…hay algunas mujeres que les gusta el maltrato”. PV.
VF. “O sea, hay personas que les dan duro (les golpean) y siguen,

son masoquistas…”. PV.

Los participantes indicaron que una mujer dependiente no es capaz de estar
sola o de dirigir propia vida, siendo esta la razón por la cual ella tolera la
violencia:

VF. “Es que hay mujeres que dependen de los hombres, dicen y
quieren estar ahí”. PV.

Los adolescentes participantes encontraron una cierta responsabilidad en la
víctima debido a su indecisión y baja autoestima, es decir, esa personalidad
sumisa le vuelve propensa a la violencia:

268

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

VS. “Ella tiene que saber qué mismo quiere, tiene que estar segura
de sí misma. Si la mujer tiene una buena autoestima va a saber
qué mismo quiere, o sea… si hace prácticamente todo lo que la
pareja le diga… ¿qué tipo de mujer, señorita o señora es?”. PM.

VS. “Yo creo que él abusaba de ella… o sea, ella me parece medio
tonta también, porque ella no debería dejarse, ella no se
defendía”. PM.

Con respecto a los factores relacionales para que se produzca la violencia, los
participantes encontraron características de la pareja así como características
de la familia de la víctima como posibles propulsores de la violencia.

De un lado, los participantes expresaron que si dentro de la relación de
pareja no existe amor, o si la relación se ha convertido en un hábito, surgen
los problemas de violencia, es decir, la pérdida del amor y de respeto son
aspectos cruciales que llevan a una mala relación, especialmente cuando es
el agresor quien no siente amor por su pareja:

VS. “Yo creo que él no le quería de verdad, porque cuando quieres
de verdad a una persona, no le obligas a hacer cosas que ella
no quiere”. PM.

Complementariamente, el amor que siente la víctima hacia el agresor
fue identificado como un factor que hace que se mantenga el círculo de
violencia, pues en nombre de la tolerancia y aceptación, la persona agredida
no es percibida como una víctima:

VF. “También depende de cuánto le quiere, puede que ella también
le quiera mucho a él para aguantar patadas”. PV.

VF. “…cuando una mujer quiere a un hombre, está enamorada, le
juro no le importa lo que le hagan…”. PV.

Pese a no admitirlo de forma expresa, algunos participantes trataron de
explicar la razón de la violencia física, indicando que la reacción del agresor
pudo ser producto de haber sido injustamente culpado. Es decir, que de
cierto modo, la víctima se merecía la violencia:

269

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

VF. “No, no justifico que le pegue, pero para que él reaccione así…
¡imagínese que una persona le reclame por cosas que no son
verdad!”. PV.

Con respecto a la familia, los participantes expresaron la falta de apoyo
de la víctima por parte de su familia, evidenciada en la falta de confianza
hacia sus padres, se convierte en un factor que permite que la violencia se
perpetúe:

VS. “…yo creo que ella no confiaba lo suficiente en sus padres
para contarles eso”. PM.

Para los adolescentes participantes, en estos casos se debe acudir a la familia;
esta alternativa es expresada sobre todo por quienes están en la etapa inicial
de desarrollo:

VS. “Yo creo que si ella les hubiera contado la verdad, ellos le
hubieran apoyado, porque los papás siempre quieren a sus
hijos”. PM.

Más aún, las características del ambiente familiar inmediato fueron
consideradas como promotoras de violencia, una vez que en su interior
se produce un modelado que transmite creencias y patrones de conducta
(círculo familiar de la violencia). Los adolescentes indicaron que en
la casa los padres son quienes refuerzan los estereotipos de género y los
comportamientos considerados normales para hombres y mujeres, que
muchas veces pueden estar relacionados con la violencia:

VF. “Porque se les han enseñado que los hombres le pegan a las
mujeres”. PV.

VF. “Porque han crecido viendo que el papá le pega a la mamá, y
el papá le dice que así es como debe ser”. PV.

Con respecto a los factores comunitarios, los adolescentes participantes
indicaron que es muy importante la comunidad, enfatizando que en nuestro
medio es en el ambiente rural en donde la violencia hacia la pareja es más
frecuente:

270

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

VF. “…una vez estuve en la quinta de mi abuelo… y el tío o
novio de una chica le masacraba (golpeaba fuertemente),
nosotros estábamos como espantados y queríamos ir a ayudar,
y la chica nos terminó insultado, dijo que es problema de ella…
que dejemos que le pegue, que ha de ser por el bien de ella…”.
PM.

Finalmente, con respecto a los factores sociales, los adolescentes
consideraron que las normas sociales pueden actuar como factores que
permiten la violencia y la diferente evaluación de género, entre las cuales
destaca por su difusión: el machismo de nuestra cultura.

De hecho, los participantes indicaron que el machismo es un factor cultural
importante para que se produzca el abuso hacia las mujeres, porque existen
normas sociales que la justifican e incluso la celebran. Como resultado de
este modelo social, el hombre es agresivo y la mujer es permisiva:

VS. “…en nuestra cultura se tiene como excusa el hecho que dicen:
“la carne es débil, todos los hombres en realidad quieren”,
y utilizan esto como una excusa. Les da esa idea de que, si
tienen relaciones sexuales son machotes y siempre que tienen
a alguien, ella tiene que complacerles… es como un objeto
sexual…”. PM.

Los participantes indicaron que las creencias respecto al derecho del hombre
sobre la mujer, hacen que se permita la violencia, es decir, la tradición de
nuestra cultura puede llevar a la mujer a aceptar la violencia como algo que
es normal y hasta necesario dentro de una pareja:

VF. “… ellas creen que es una parte del matrimonio, que hay las
peleas, entonces dejan que pase…pero igual queda la herida”.
PV.

VF. “Una vez vimos que le estaban pegando a una cholita (mujer
indígena) y mi mami gritó por la ventana: “¿qué te pasa?
¡Déjale! La cholita le decía: ¡deje nomás! ¡Marido es!”. PM.

271

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

Los participantes expresaron que la sociedad observa y tolera la violencia,
no la evita; por tanto, para alcanzar un cambio es necesario que este se inicie
en la sociedad:

VF. “Yo creo que mucha gente hace las cosas porque la sociedad
lo permite. Si la sociedad dice: ¡eso está mal! entonces es como
algo mal visto”. PV.

VF. “Yo sí creo que la sociedad permite que la gente sea como
es, porque si la sociedad fuera diferente, las personas también
serían diferentes”. PV.

Un elemento sugerido por los participantes fue la falta de apoyo y ayuda
hacia las víctimas ante una situación de violencia, pues las personas en
situación de riesgo no siempre tienen a quién acudir:

VS. “… yo estaba saliendo de una disco con mi novio y él no se
había dado cuenta que yo ya había salido pronto…y habían dos
hombres hecho funda (embriagados), así y me dijeron: ¡Hey!
y me comenzaron a decir cosas horribles, y se comenzaron a
acercar a mí, y después… ¿Ud. cree que la gente que estaba
alrededor mío hacía algo? ¡Nada! todos eran hombres ¡y nadie
hacía nada!”. PM.

Al tratar de analizar las causas de esta aparente indiferencia los participantes
expresaron:

VF. “Uno prefiere alejarse del peligro, tal vez por instinto. Uno se
pone a pensar enseguida en el daño que te pueden causar a ti, o
sea, cada vez que pasa algo, no es que nos acercamos a ayudar,
porque tenemos miedo que algo nos pueda pasar”. PM.

La violencia contra el hombre

Si bien durante todos los grupos focales, al hablar de violencia de pareja los
participantes hicieron referencia a la violencia del hombre hacia la mujer, de
manera explícita se consultó a los participantes sobre su criterio respecto a
la posibilidad de existir violencia de la mujer hacia el hombre.

272

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

Al poner a consideración la violencia física desde la mujer hacia el hombre
los participantes opinaron que esta es poco probable y de ocurrir, se
propiciaría que la mujer se convierta en víctima debido a la reacción que se
produciría en el hombre:

VF. “Es que es obvio de que el hombre nunca se va a dejar pegar
por una mujer, porque siempre existe el machismo de parte de
los hombres”, “Él va a reaccionar peor”. PM.

Mientras al considerar la posibilidad de la existencia de violencia sexual
desde la mujer hacia el hombre, los participantes expresaron que a su criterio
esto no es posible de ninguna manera:

VS. “¡No! ¡Eso no puede haber!”. PM.
VS. “Pienso que más es de hombres hacia mujeres. Porque los

hombres son más fuertes y más promiscuos. Porque los hombres
dicen que sólo piensan en sexo; en cambio; las mujeres piensan
en amor”. PV.

Los participantes varones expusieron que una de las razones por las que no
puede existir la violencia sexual hacia el hombre es debido a que él siempre
está dispuesto a mantener relaciones sexuales:

VS. “Él no se va a negar nunca, ¡dime si te negaras a una mujer!
¿Qué hombre no va a estar preparado? O sea ¿cómo se va a
negar a una mujer? O sea, que es mi novia y me gusta y me
quiere, o sea, no voy a negarme a ella”. PV.

Discusión

Los resultados de este estudio cualitativo permitieron identificar actitudes,
conocimientos y creencias de los adolescentes varones y mujeres de
cuenca con respecto a la violencia de pareja. Con respecto a las actitudes,
los participantes mostraron su rechazo contra la violencia; existiendo, sin
embargo, claros intentos de justificarla o racionalizarla.

273

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

En referencia a los conocimientos, los adolescentes participantes
identificaron las manifestaciones de violencia en las historias expuestas,
pese a mostrar dificultades para expresar verbalmente sus pensamientos. De
entre los diferentes tipos de violencia, la sexual por coerción fue la menos
reconocida.

Respecto a los factores que se relacionan con la violencia, se señalaron
factores personales, relacionales, comunitarios y sociales que coinciden con
los descritos en la literatura, principalmente en el Informe Mundial sobre
la Violencia y la Salud
(2003) y en el informe de La Violencia en América
Latina y el Caribe
(1999). Por ejemplo, como factores característicos
del agresor se mencionaron la edad, el haber sido víctima de la violencia
cuando niño, la falta de capacidad de autocontrol, los celos e inseguridad y
el consumo frecuente de alcohol (Buvinic, Morrison, y Shifter 15-17; Krug
y col. 106-109), este último destacado en estudios locales como frecuente
coadyuvante para la producción de violencia (Pinos, Calle, y Ávila). Entre
los factores personales de la víctima, en este estudio se identificaron, de
un lado, la aceptación de la violencia dentro de la relación, factor que nace
de los estereotipos de género que refuerzan la noción del “deber” de la
mujer de cumplir con sus obligaciones en el hogar (Buvinic, Morrison,
y Shifter 16-17; Krug y col. 108); mientras de otro lado se reconoce a
la dependencia de la mujer hacia la pareja como un factor importante, así
una mujer dependiente no es capaz de guiar su vida, lo que la lleva a tolerar
la violencia para evitar el abandono de su marido (Ingoldsby 59; Sequeira
28–35).

Entre los factores relacionales, los adolescentes identificaron a una relación
sin amor y la falta de comunicación como posibles elementos de riesgo
para que se produzca la violencia. Ante la ausencia de amor y la escasa
comunicación, la violencia aparece como una forma de terminar discusiones
y conflictos (Krug y col. 108). Otra tema analizado por los adolescentes
participantes fue la idealización de las relaciones amorosas, en las cuales el
amor de la víctima hacia el agresor, perpetúa las relaciones no saludables,
basadas en la premisa de que una forma de demostrar amor es aceptar al
ser amado tal como es (Rodríguez, Sánchez, y Alonso 193-194; Zastrow y
Kirst-Ashman 354).

274

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

Con respecto a la estructura familiar, se destacó la falta de comunicación
con los padres, en donde la víctima no encuentra opciones de ayuda para
salir del círculo de la violencia (Buvinic, Morrison, y Shifter 16-17; Krug
y col. 108).

Entre los factores sociales identificados se destacan los procesos de
socialización que trasmiten generación tras otra, creencias que normalizan
y justifican la violencia; dichas creencias son internalizas formando un
“filtro psicológico” que limita la capacidad personal de percibir la violencia
(Krug y col. 108-109). En consecuencia, se produce permisividad hacia la
violencia, relaciones con desigualdad, y estereotipos de género, situaciones
que han sido detectadas en estudios previos por Díaz Aguado (2004). En
Latinoamérica, estos procesos de socialización han sido reconocidos en
patrones de comportamiento relacionados con el machismo y el marianismo,
que podrían hacer que la familia latina sea más susceptible de violencia
doméstica (Crooks y Baur 75; Flake y Forste 20-21; Shibley y DeLamater
337), pues en el hombre se resaltan como ideal masculino la búsqueda de
situaciones de violencia (Ingoldsby 57; Sequeira 7-14) y en la mujer la
disposición o hasta el deber de soportar la violencia en silencio (Ingoldsby
59; Sequeira 28-35).

De otra parte, entre los factores relacionados con la violencia, los participantes
establecieron como verdades, algunas creencias o mitos, situación peligrosa,
pues estas creencias arraigadas, se convierten en sí mismas en posibles
soportes para el desarrollo o permisividad de acciones violentas (Ferrer y col.
1; Corsi 7). De esta manera, el mito del masoquismo femenino que describe
aspectos que harían que la víctima disfrute de la situación de violencia y el
mito de los impulsos incontrolables del hombre, que establece que él, por su
naturaleza, no puede evitar la violencia, siendo responsabilidad de la mujer
el evitarla (Crooks y Baur 546-547; Corsi 7). Otro mito, es el que la víctima
se mantiene en el escenario de violencia porque quiere o porque no es lo
suficientemente inteligente para escapar de esta, sin analizar la situación en
su contexto, una vez, que a menudo existen mecanismos de presión, tales
como aspectos económicos, amenazas de pérdida de sus hijos, presión de
familiares que quieren evitar la “vergonzosa” separación, etc., que de una
manera u otra inmovilizan a la mujer.

275

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

Finalmente, con respecto a la posibilidad de agresión de la mujer al hombre,
los participantes manifestaron que esta situación simplemente no es posible,
pues en el caso de la violencia física el hombre puede evitarla o hasta
revertir la situación convirtiéndose en el agresor, mientras respecto a la
violencia sexual, se considera al hombre como un ser que siempre busca
placer sexual, por tanto, no puede existir una violación, pues siempre habrá
consentimiento por su parte, creencias que consideran que el hombre nunca
sería víctima de violencia y que mantienen coherencia con una concepción
machista.

Conclusiones

El presente estudio pone de evidencia la existencia de una incoherencia entre
el rechazo manifiesto de los adolescentes hacia la violencia y la justificación
implícita que ellos mismo expresan con respecto a ciertas situaciones de
violencia dentro de la pareja.

Los participantes en este estudio mostraron actitudes de rechazo hacia la
violencia dentro de la pareja; sin embargo, manifestaron también creencias
tolerantes y justificativas, que atribuyen a la mujer una participación activa
en el fenómeno analizado; escenario que es uno de los factores de riesgo
sociocultural más relevantes para que esta situación ocurra y se perennice.

Se destacó la importancia de que la persona violentada rescate su propio
valor para poder romper el ciclo de violencia, además, se consideró que la
sociedad y la familia deben cambiar hacia la equidad de género y al rechazo
de la violencia, como punto de partida para eliminarla. Los resultados
de este trabajo ofrecen perspectivas para trabajar con los adolescentes
por una cultura de respeto y buen trato hacia la pareja, que fomente una
interacción constructiva, superando los prejuicios de género que determinan
una serie de sesgos cognitivos que modelan actitudes y conductas con un
enfoque discriminativo entre los dos sexos, que vuelven incompatible una
convivencia complementaria y armónica.

276

Revista Pucara, N.º 25 (259-277), 2013

Fuentes de consulta:

Braun, Virginia, y Victoria Clarke. “Using Thematic Analysis in Psychology.”
Qualitative research in psychology 3.2 (2006): 77-101. Impreso.

Buvinic, Mayra, Andrew Morrison, y Michael Shifter. La Violencia En
America Latina y El Caribe: Un Marco de referencia para la acción
.
Washington D. F: Banco Interamericano de Desarrollo, 1999. Impreso.

Corsi, Jorge. La Violencia Hacia La mujer en el contexto doméstico. Buenos
Aires: Fundación Mujeres, 1994. Impreso.

Crooks, Robert, y Karla Baur. Nuestra sexualidad. Décima edición. México
D. F: Cengage Learning, 2009. Impreso.

Díaz-Aguado, María José. “La Evaluación de las actitudes hacia la violencia
y la diversidad”, en Prevención de la violencia y lucha contra la
exclusión desde la adolescencia
. Madrid: s/e, 2004. 89-196. Impreso.

Ferrer, Victoria, Esperanza Bosch, Carmen Ramis, Gema Torres, y Capilla
Navarro. “La violencia contra las mujeres”, en La pareja: creencias
y actitudes en estudiantes universitarios/as.
Psicothema 18.3 (2006):
359-366. Impreso.

Flake, Dallas, y Renata Forste. “Fighting families: family characteristics
associated with domestic violence in five latin american countries”
in Journal of family violence: fighting families 21.1 (2006): 19-29.
Impreso.

Hernández, Roberto, Carlos Fernández, y Pilar Baptista. Metodología de
la investigación
. Cuarta edición. México D. F: McGraw Hill, 2007.
Impreso.

Ingoldsby, Bron. “The latin american family: familism vs machismo” in
Journal of comparative family studies 22.1 (1991): 57-62. Impreso.

Krug, Etienne, Linda Dahlberg, James Mercy, Anthony Zwin, y Rafael
Lozano. Informe mundial sobre la violencia y la salud. Washington
D. F: OMS, 2003. Impreso.

Pineda, Elia, Eva De Alvarado, y Francisca De Canales. Metodología de
la investigación: manual para el desarrollo de personal de salud
.
Washington D. F: OPS, 1994. Impreso.

277

Actitudes, conocimientos y creencias de los adolescentes sobre...

Pinos, Guido, Hugo Calle, y Janeth Ávila. “Prevalencia y factores de riesgo
de la violencia familiar en la ciudad de cuenca”, en Violencia y maltrato
en niños, niñas y adolescentes
. Cuenca: CCNA, 2012. Impreso.

Rodríguez, Vicenta, Carlos Sánchez, y David Alonso. “Creencias de
adolescentes y jóvenes en torno a la violencia de género y las relaciones
de pareja”, en Portuaria 6.2 (2005): 189-204. Impreso.

Sequeira, David. The Machismo and marianismo tango. Pittsburgh:
Dorrance Publishing Co. Inc., 2009. Impreso.

Shibley, Janet, y John DeLamater. Sexualidad Humana. Novena. México
D. F: McGraw Hill, 2006. Impreso.

Zastrow, Charles, y Kirst-Ashman. Understanding Human Behavior
and the Social Environment
. Séptima edición. Belmont: Thomson-
Brooks/Cole, 2007. Impreso.