DOI: 10.18537/puc.33.01.06
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Artículo científico
Revista Pucara N.° 34. Vol.1, 2023
e-ISSN: 2661-6912
EL FUTBOL PROFESIONAL COMO ESTRATEGIA
DE PODER DEL GRUPO TELEVISA
Professional football as a power strategy of Grupo Televisa
O futebol profissional como estratégia de poder do Grupo Televisa
Jonathan Montero Oropeza
Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES)
Unidad León, Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM)
jmonteroo@enes.unam.mx
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3516-6081
María Verónica Ibarra García
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM)
mariaibarra@filos.unam.mx
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5478-2592
Recibido: 16 - 02 - 2023
Aprobado: 13 – 03 - 2023
Publicado: 30 - 06 - 2023
Cómo citar:
Montero, J. e Ibarra, M. (2023). El fútbol profesional como
estrategia de poder en el Grupo Televisa. Pucara 34(1), 63-
77.
Resumen: En el presente artículo se analiza desde la geografía a las redes
de poder empresariales, políticas y técnicas que permitieron la
consolidación del Grupo Televisa. A partir de la categoría de espacio
visto como producción social, se realiza una interpretación de la
influencia en el deporte profesional, el proceso de urbanización y el
accionar político de esta empresa de telecomunicaciones mexicana, por
lo que se plasma el origen de esta firma y el establecimiento de redes
hasta los albores del neoliberalismo.
Palabras clave: Futbol, Televisa, poder, empresa, espacio.
Abstract: The following article analyzes from geography the networks
of business, political and technical power that allowed the consolidation
of "Grupo Televisa". From the category of space seen as social
production, an interpretation is made of the influence on professional
sports, the urbanization process, and the political action of this Mexican
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telecommunications company, so it reflects the origin of this firm and the
establishment of networks until the dawn of neoliberalism.
Keywords: Football, Televisa, power, company, space.
Resumo: O presente artigo analisa da perspectiva da geografia as redes
empresariais, políticas e técnicas de poder que permitiram a consolidação
do Grupo Televisa. Com base na categoria do espaço visto como
produção social, é feita uma interpretação da influência desta empresa
mexicana de telecomunicações sobre o esporte profissional, o processo
de urbanização e suas ações políticas, refletindo assim a origem da
mesma e o estabelecimento de redes até a aurora do neoliberalismo.
Palavras chave: Futebol, Televisa, poder, empresa, espaço.
Introducción
La familia Azcárraga, a lo largo de tres generaciones, constituyó a la
empresa de medios audiovisuales con mayor influencia en México,
aunque cabe añadir que su espectro de control no se limita a contenidos
televisivos, radiofónicos y de medios impresos; su hegemonía se extendió
también al deporte profesional. Mediante la adquisición del Club
América, la familia Azcárraga penetró y posteriormente consolidó su
presencia en el balompié profesional mexicano, a través de su influencia
en la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), con lo cual ejerce poder
de decisión en el sistema nacional de ligas profesionales y sobre la
selección mexicana de futbol. Esta presencia en el ámbito deportivo es
parte de una estrategia de posicionamiento empresarial que se materializó
mediante la inauguración en 1966 del estadio Azteca en el sur de la
Ciudad de México, inmueble que es uno de los referentes espaciales de
la capital del país.
La ruta metodológica que sustenta esta investigación tuvo su punto inicial
en una entrevista semiestructurada que se realizó en noviembre de 2013
al exfutbolista y director técnico leonés Agustín Santillán Vázquez,
sobrino de Antonio Vázquez Torres, quien ganó el concurso para
nombrar al estadio Azteca. Si bien el propósito de ese encuentro era
obtener datos para otra investigación, sirvió como punto de referencia
para que años después se tuviera la intención de realizar una indagación
sobre las estrategias de poder de Televisa en el futbol mexicano. El paso
siguiente consistió en la búsqueda de fuentes bibliográficas en la
Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) y en la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez en León,
Guanajuato. A la postre se inició una pesquisa de datos a través de fuentes
hemerográficas físicas y de Internet para corroborar fechas y datos sobre
algunos actores sociales que se mencionan en el texto. Finalmente se
realizó un trabajo de archivo en el Registro Agrario Nacional (RAN) para
revisar puntualmente el proceso de producción espacial del estadio
Azteca.
Una parte importante de esos resultados se presentan en este texto, el cual
cuenta con tres apartados. El primero plasma los rasgos más
fundamentales de la formación de Telesistema Mexicano y las alianzas
con actores sociales de los sectores privados (Rómulo O´Farril), públicos
(Miguel Alemán Valdés), así como técnicos (Guillermo González
Camarena) que permitieron a la familia Azcárraga conformar una de las
empresas de telecomunicaciones más relevantes hacia mediados del siglo
XX en México e Iberoamérica. En este apartado también se señala la
relevancia estratégica que implicó la adquisición del Club América para
expandir los intereses de sus empresas hacia el futbol profesional.
El segundo punto señala el proceso de producción espacial del estadio
Azteca. La edificación de este inmueble implicó un proceso de invasión
en los ejidos de Santa Úrsula Coapa y varias comunidades aledañas del
sur de la Ciudad de México. La construcción del coso más grande de
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México significó forjar una serie de relaciones técnicas con el connotado
arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y relaciones burocráticas con el
entonces regente del Departamento del Distrito Federal (DDF) Ernesto P.
Uruchurtu. La construcción del estadio Azteca fue una de las principales
cartas de presentación para que el ejecutivo de Telesistema Mexicano,
Guillermo Cañedo de la Bárcena, gestionara ante la Fédération
Internationale de Football Association (FIFA) la sede del Mundial de
Futbol de 1970 en México; a la postre Cañedo arribó a la vicepresidencia
del máximo organismo rector del balompié profesional.
Finalmente, en el tercer apartado se evidencia cómo una alianza
empresarial llevó a Telesistema Mexicano a constituir a Televisa. A partir
de ahí se da cuenta de cuatro estrategias en las que el balompié
profesional se convirtió en un mecanismo de poder para esta empresa de
telecomunicaciones. La primera es la amplia cobertura del futbol en su
contenido audiovisual; la segunda fue la organización del mundial de
futbol México 1986; la tercera es el posicionamiento de diversos actores
sociales cercanos a la empresa o con relaciones laborales en ella, que
también participan en puestos estratégicos de la Femexfut; la cuarta
estrategia implicó hacerse propietaria de otros equipos de fútbol
profesional además del América, como por ejemplo el Club Necaxa y el
Club San Luis.
1. La familia Azcárraga: fundación y consolidación en el sector de
telecomunicaciones
Para la comprensión de la influencia de la familia Azcárraga es necesario
remitirse a los albores del siglo XX cuando Emilio Azcárraga Vidaurreta
laboraba para la firma Radio Corporation of America (RCA), en su
división México Music. Su desempeño lo motivó a tener un creciente
interés en este sector de las telecomunicaciones por lo que fungió como
Fundador de la XEA-AM en Monterrey y en la Ciudad de México se
convirtió en socio de la radiodifusora XEW-AM Cadena Panamericana,
respaldada por la Columbia Broadcasting System (CBS), empresa que es
el antecedente de Telesistema Mexicano (Fernández, 2007).
Las transmisiones radiofónicas se realizaban en el cine Olimpia,
inmueble propiedad de Azcárraga Vidaurreta. Tras el aumento de tasa de
ganancias de la radiodifusora, se invirtió en la edificación del Teatro
Alameda el cual se inauguró en 1935; en esa misma sede de la calle José
María Marroquí se fundó de la XEQ hacia finales de octubre de 1938; y
en marzo de 1947 comenzó transmisiones la XEX con sede en la calle de
Córdoba en la colonia Roma. La influencia de Azcárraga Vidaurreta
comenzó a cimentarse en el espectro de los medios de comunicación,
puesto que estas estaciones eran las instancias que transmitieron
múltiples composiciones y canciones de artistas que formaron parte de la
cultura popular de la época y además sirvieron como ámbito para la
difusión de ideas de un sector de la élite intelectual mexicana.
En 1947, el entonces presidente de México, Miguel Alemán Valdés,
solicitó al director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Carlos
Chávez, organizar una comisión para indagar mediante trabajo de campo
cuál de los dos sistemas de televisión más prestigiosos en el mundo
resultaba idóneo para México: el sistema estadunidense de carácter
privado o el británico con un perfil estatal (Benítez 2000; Fernández,
2007). La comisión se integró por el escritor Salvador Novo y el ingeniero
Guillermo González Camarena quien era asistente técnico en una de las
empresas de Azcárraga Vidaurreta (Benítez, 2000). Salvador Novo no
recomendó plenamente ninguno de los modelos, aunque ponderó en favor
de la British Broadcasting Corporation (BBC), debido a los beneficios
sociales que observó en Reino Unido; por su parte González Camarena
propuso la adopción del sistema estadunidense al argumentar razones
técnicas y financieras, como el ahorro que representaría trabajar con los
receptores estadunidenses, que además, eran los que conocían los
técnicos mexicanos (Ibíd.).
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La primera concesión para operar un canal de televisión, se otorgó al
dueño del periódico Novedades, Rómulo O´Farril, vía canal 4 (XHTV)
(Páramo, 2002, p. 110). Si bien los primeros eventos que se televisaron
fueron un sorteo en el auditorio de la Lotería Nacional y una corrida de
toros (Benítez, 2000), de manera oficial, el canal 4 comenzó sus
operaciones estratégicamente el 1° de septiembre de 1950, mediante la
transmisión del IV informe de gobierno de Miguel Alemán (Fernández y
Paxman, 2000). El siguiente año, en 1951, con un partido de béisbol en
el desaparecido Parque Delta, se iniciaron las transmisiones del canal 2
(XEWTV) cuya concesión se otorgó a Televimex, propiedad de Emilio
Azcárraga Vidaurreta, (Benítez, 2000). El Estado mexicano concesionó
al ingeniero Guillermo González Camarena el canal 5 (XHGC); su
fundación ocurrió en 1952, a través de la transmisión de un festival del
Excélsior, diario que tenía como director al suegro de González
Camarena (Ibíd.). Los dueños de las tres señales se beneficiaron con la
apertura de sus transmisiones, debido a los vínculos políticos que
mantenían con el Estado.
El 26 de marzo de 1955, como parte de las fusiones corporativas
capitalistas que se daban en México, Azcárraga Vidaurreta negoció la
fusión de los canales 2, 4 y 5, para formar una única emisora: Telesistema
Mexicano. Azcárraga Vidaurreta y González Camarena llevaban una
relación de amistad, incluso Azcárraga financió las investigaciones
técnicas de Camarena antes de la fundación de su canal (Páramo, 2002:
110-111). Por otra parte, la relación entre las familias Azcárraga y
O´Farril era áspera debido a la competencia empresarial, sin embargo,
decidieron generar una alianza entre sus firmas para expandir su rango de
influencia y fortalecer sus empresas (Ibíd., p.110). La fusión empresarial
permitió a Azcárraga Vidaurreta fungir como el primer presidente de la
nueva empresa y su vástago nacido en septiembre de 1930, Emilio
Azcárraga Milmo, se desempeñó como gerente de mercadeo y
1 Bessudo adquirió en 1956 al Club América.
producción. Con ello, los Azcárraga fortalecieron ventajas competitivas
sobre otras pequeñas empresas de telecomunicaciones en México, a la
vez que consolidaron alianzas. Por ejemplo, ese mismo año, un grupo de
radiodifusores fundaron Radio Cadena Nacional (RCN). Los ejecutivos
de RCN creían tener en su favor el conocimiento de varios mercados
locales y regionales y la credibilidad del público; por su parte la familia
Azcárraga obtuvo el apoyo del entonces Secretario de Comunicaciones,
Walter Buchanan. Tan sólo ocho años después, RCN pasó de tener 105 a
70 emisoras, puesto que los pequeños radiodifusores locales no pudieron
competir ante las grandes empresas de radio y televisión (Benítez, 2000;
Fernández, 2007).
Los Azcárraga deseaban diversificar sus empresas por lo que iniciaron
una apuesta en el sector del deporte profesional. Las transmisiones
televisivas de los partidos de futbol de los Juegos Panamericanos México
1955 y del Campeonato Panamericano de Futbol en 1956 tuvieron
considerable éxito de audiencia y televidentes, por lo que Azcárraga
Vidaurreta y su vástago Emilio Azcárraga Milmo, se percataron del
potencial que tenía esta práctica deportiva para posicionarse
mediáticamente. El deporte de conjunto que más se practicaba y seguía
en varios puntos geográficos de la República Mexicana era el beisbol,
actividad que en su versión profesional encabezaban empresarios como
Jorge Pasquel y Alejo Peralta (Celis y Herrera, 2021).
Ante la dificultad por ingresar al ámbito empresarial del beisbol
profesional, en julio de 1959, Emilio Azcárraga Milmo, adquirió al Club
América, escuadra deportiva que pertenecía a Isaac Bessudo,1 propietario
de la embotelladora de refrescos Jarritos. Se puede interpretar que la
adquisición del América tuvo como intención la expansión de la empresa
hacia el ámbito del deporte profesional. Tal y como lo señala el geógrafo
David Harvey, hacia mediados del siglo XX diversas corporaciones
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decidieron cambiar el rumbo desde la producción de bienes hacia la
producción de eventos que tuvieran un tiempo de rotación casi
instantáneo (Harvey, 1989, p. 181). En ese sentido, Azcárraga Milmo
encontró en el futbol profesional la oportunidad de generar un nuevo
nicho de negocios, puesto que en sus canales televisivos comenzaban a
producirse mayores transmisiones de futbol y programas deportivos en
que a este deporte se le otorgaba un considerable rango de cobertura.
Al adquirir al Club América se contrató como presidente al directivo
tapatío Guillermo Cañedo de la Bárcena, empresario que fungió como
presidente del Club Zacatepec, equipo del estado de Morelos, que bajo su
mandato obtuvo dos campeonatos de primera división, en las temporadas
1954-1955 y 1957-1958 y el torneo campeón de campeones en 1958. Esta
serie de logros sirvieron como antecedente para que Azcárraga Milmo lo
contratara como presidente del Club América y vicepresidente de
Telesistema Mexicano, con lo cual se convirtió en un empleado directivo
de confianza de Azcárraga Milmo.
Mediante el impulso mediático de Telesistema Mexicano, se gestó la
rivalidad Club América contra Club Chivas Rayadas de Guadalajara, al
tener como ingredientes los antagonismos territoriales, económicos y
socioculturales entre la Ciudad de México y la capital de Jalisco. Además,
al ser el América propiedad de una familia de empresarios con
considerable influencia económica y política en México, se colocó otro
condimento más para forjar desde los contenidos audiovisuales de
Telesistema Mexicano la rivalidad entre ambos equipos de fútbol. Al
América se le configuró un perfil que se asociaba con el establishment,
por lo que uno de los motes del equipo era el de “Millonetas”; mientras
que al Guadalajara, debido a que tenía entre sus filas a futbolistas
exclusivamente mexicanos, se le vinculó con el proletariado y los
estereotipos nacionales difundidos por el Estado mexicano, varios de los
cuales surgieron en Jalisco (el tequila, los paisajes agaveros, el mariachi,
el charro) (Fábregas, 2010).
En su papel de presidente del América, Guillermo Cañedo de la Bárcena
contrató a destacados jugadores, tanto mexicanos como provenientes de
Suramérica, a los cuales se les estimulaba con salarios por encima de la
mayoría de otros equipos de la primera división. Tras reunir un grupo de
futbolistas talentosos en su plantilla, los éxitos deportivos para el
América llegaron, al convertirse en campeón de la temporada 1965-1966;
el título alimentó mediáticamente la rivalidad entre el América y el Club
Guadalajara, puesto que ese campeonato fue el primero para el América
desde que se inició el profesionalismo en México (1943) y evitó que el
Guadalajara obtuviera su tercer campeonato consecutivo, durante la etapa
de mayor número de éxitos deportivos de la institución tapatía.
Este primer éxito deportivo fue paralelo a una demostración de poder
empresarial: antes del inicio de la temporada 1966-67, el Club América
dejó de jugar en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, para tener
sus partidos como local en el estadio Azteca, el cual se inauguró de
manera oficial el 29 de mayo de 1966. La construcción de este
monumental inmueble era parte de la expansión empresarial de
Telesistema Mexicano para gestionar el IX Mundial de Futbol a
celebrarse en 1970.
2. Génesis del estadio Azteca y urbanización del sur en el Distrito
Federal
Hacia inicios de la década de los sesenta, Telesistema Mexicano comenzó
una campaña para impulsar a México como sede de la Copa Mundial de
Futbol de 1970. El objetivo consistía en seducir a la élite de FIFA por
medio de la muestra de los logros económicos bajo el modelo de
sustitución de importaciones, representado por el crecimiento urbano de
las ciudades sede y mediante las maquetas de uno de los inmuebles
deportivos más modernos y con mayor aforo del planeta. Para el proyecto
de un nuevo coso, el Club América junto al Necaxa y Atlante
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conformaron la sociedad Fútbol del Distrito Federal S.A. de C. V., la cual
encabezó Azcárraga Milmo; el mecanismo de alianza entre directivas
para construir el inmueble fue similar a la que realizó en 1956 la
organización Clubes Unidos de Jalisco para levantar el estadio Jalisco.
Para la edificación del coso se eligieron una serie de terrenos
pertenecientes al ejido de Santa Úrsula Coapa, los cuales colindaban con
la panificadora Bimbo, el predio del Centro Asturiano y la comunidad de
San Pablo Tepetlapa. Esta descripción ayuda a comprender cómo se
organizaba el espacio geográfico en esa zona periférica del Distrito
Federal puesto que existía una convergencia de algunos cascos
industriales, espacios recreativos y espacios rurales, por lo que el estadio
marcó una pauta en el proceso de urbanización de la ciudad mediante la
habilitación de espacios complementarios como el estacionamiento del
inmueble y la ampliación de vialidades (Archivo del Registro Agrario
Nacional, Expediente Sta. Úrsula Coapa).
En su parte inicial el proyecto del estadio se llevó a cabo en un terreno de
64000 metros cuadrados con la implicación del desafío arquitectónico e
ingenieril que ello implicaba. Como consecuencia de los procesos
eruptivos del volcán Xitle el suelo era rocoso por lo que se decidió
dinamitar la superficie hasta encontrar una parte más firme para asentar
los cimientos. En agosto de 1962 se desalojaron 180 mil toneladas de roca
y otros materiales volcánicos en una superficie de 63590 metros
cuadrados; posteriormente en enero de 1963 se realizaron las pruebas de
cimentación mediante el estudio del subsuelo a través de perforaciones,
labor que se asignó al sueco Per Anders Hedar. La obra por sus
pretensiones y magnitudes requirió de diez arquitectos, diez ingenieros,
quince técnicos y 800 obreros, (Rábago, 2019), lo cual demuestra la
capacidad económica para invertir en cuestiones técnicas por parte de
Telesistema Mexicano.
El proyecto arquitectónico del inmueble estuvo encabezado por dos
prestigiosos arquitectos: Rafael Mijares Alcérreca y Pedro Ramírez
Vázquez. No está por demás revisar a grandes rasgos la trayectoria de
ambos. Mijares Alcérreca diseñó el edificio que alberga a la Secretaría de
Relaciones Exteriores (SRE) y fue partícipe en la construcción del
campus de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México; en
mancuerna ambos arquitectos trabajaron en otros proyectos como el
Museo de Arte Moderno, el cual se inauguró en 1964.
En el caso de Ramírez Vázquez como parte de la modernización de
espacios de consumo y abastecimiento en la capital, encabezó el diseño
de numerosos mercados como los de San Camilito en la Lagunilla, el
mercado popular de Coyoacán (Ramírez y Mijares, 1966), además de
otros como Tepito, Balbuena, Jamaica, Azcapotzalco, Coyoacán,
Anáhuac y San Pedro de los Pinos. También dirigió obras como la
Escuela Nacional de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) (1952), el edificio de la Secretaría del Trabajo (1954),
la Escuela Superior de Educación Física (ESEF) (1959), el Museo
Nacional de Antropología (1964), la Torre de Tlatelolco (1965), la
Unidad Habitacional del Rosario (1972), la Nueva Basílica de Guadalupe
(1976), el Palacio Legislativo de San Lázaro (1981), el Edificio Omega
en Polanco (1984) y el Museo del Templo Mayor (1987). En labores
vinculadas al urbanismo algunas de sus actividades más destacadas
fueron las correspondientes a la creación del Plano Regulador de
Culiacán, Sinaloa (1953), la reglamentación y la configuración del
proyecto de remodelación de Dolores Hidalgo, Guanajuato (1960) y su
papel como miembro del Comité Internacional de Planeación de
Jerusalén en la década de los setenta.
Cuando se habla de Pedro Ramírez Vázquez debe de analizarse su papel
más allá de su labor de ejecución arquitectónica y diseño; desde la
perspectiva de la producción del espacio es fundamental comprender su
vinculación con los proyectos y anhelos espaciales de las clases políticas
y de diversas élites empresariales. Esta posición de prestigio que cimentó
a lo largo de su trayectoria le permitió ser un actor social clave en los
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proyectos de urbanización para el posicionamiento de diversas ciudades
y regiones en México.
Cabe apuntar que Pedro Ramírez Vázquez fungió como una pieza
fundamental en la promoción de México mediante los megaeventos
deportivos. Por ejemplo, se le designó como presidente del Comité
Organizador de los Juegos Olímpicos de México 68, por lo que fue
creador de los denominados Programas de Identidad, así como de la Ruta
de la Antorcha Olímpica; además participó junto al artista Mathias
Goeritz en el trazo de la Ruta de la Amistad que conectó a la Villa
Olímpica con el Canal de Cuemanco; debido a esas tareas el Comité
Olímpico Internacional (COI) lo designó Miembro de Honor Vitalicio del
organismo.
Además del estadio Azteca, también diseñó el estadio Cuauhtémoc de
Puebla, por lo que el Mundial de 1970 tuvo dos inmuebles producto de
su ingenio. Hay que añadir que con anterioridad su hermano Miguel
Ramírez Vázquez, fungió como presidente del Club América, por lo que
en 1952 se le asignó la tarea de plasmar un logotipo para el Club América;
años más tarde diseñó la tipografía del Mundial 1970 y en 1972-1973 el
logotipo de Televisa. Estos datos confirman la confianza técnica y
concerniente a cuestiones relacionadas con el diseño que tenían Cañedo
y la familia Azcárraga con respecto al trabajo de Pedro Ramírez Vázquez,
lo cual llevó a dichos empresarios a generar vínculos laborales que
permitieron materializar sus anhelos espaciales y cimentar su poder y
hegemonía empresarial.
2 Este grupo de poder surgió como respuesta cuando el presidente Venustiano
Carranza desconoció la soberanía de Sonora, entidad federativa del noroeste mexicano.
Entre sus principales líderes estaban Álvaro Obregón, Adolfo de la Huerta y Plutarco
Elías Calles quienes alcanzaron a ser presidentes de México.
3 En México se conoció a Uruchurtu como “El Regente de Hierro”, debido a
políticas restrictivas en el D.F., como la prohibición de venta de bebidas alcohólicas los
sábados y domingos. En consecuencia, durante su mandato se prohibieron diversos
Como ya se señaló, las obras del estadio Azteca se realizaron en un
periodo de expansión urbana de la Ciudad de México, por lo que es
fundamental analizar el papel de otro actor social relevante. El entonces
denominado Departamento del Distrito Federal (DDF) se encontraba bajo
el mandato del sonorense Ernesto P. Uruchurtu. Debido a su cercanía al
Grupo Sonora2 ostentó previamente dos cargos de relevante calado.
Uruchurtu fungió primero como secretario general del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) (1945-1946); posteriormente entre
octubre de 1951 y noviembre de 1952, estuvo al frente de la Secretaría de
Gobernación (SG) durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés. De
manera consecuente Uruchurtu gobernó a la capital del país durante
catorce años (1952-1966), a lo largo de tres sexenios presidenciales:
durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958); después en el
mandato de Adolfo López Mateos (1958-1964); y un lapso de la
presidencia de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). La regencia de
Uruchurtu3 se caracterizó por la generación de espacios de consumo
como por ejemplo diversos mercados, además de la extensión del Bosque
de Chapultepec, el Museo del Caracol, el Museo de Historia Natural, la
Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca y la Plancha de Concreto de la
Plaza de la Constitución. También se entubaron los ríos Mixcoac y
Consulado. Además, se llevó a cabo la ampliación de la Calzada de
Tlalpan y la prolongación del Paseo de la Reforma.4 Como se observa,
existía la intención de configurar espacios que proyectarán en la escala
global a la capital mexicana como una urbe moderna gracias a su
consolidación urbana y cosmopolita.
espacios recreativos, lo que ocasionó la apertura de cantinas, pulquerías y casas de
prostitución en los municipios del Estado de México aledaños al Distrito Federal, como
por ejemplo en Naucalpan.
4 Sobre la prolongación del Paseo de la Reforma en 1962, inclusive el cantautor
Chava Flores compuso una canción, titulada precisamente Vino la Reforma, la cual
plasma las desigualdades sociales y las contradicciones espaciales a raíz de la extensión
de esta vialidad.
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Otra de las características del gobierno de Uruchurtu consistió en la
constante privatización de espacios ejidales, en especial en el sur de la
ciudad, para favorecer a empresas inmobiliarias con el objetivo de
construir viviendas, la mayoría para las clases medias y altas. El
equipamiento urbano y el trazo de vialidades sirvió como pieza clave para
que el Estado gestionará la candidatura de la Ciudad de México como
sede olímpica ante el COI en 1968; por su parte un sector de la élite
empresarial, encabezada por Emilio Azcárraga Vidaurreta y Emilio
Azcárraga Milmo, solicitó ante FIFA la candidatura de México como
sede mundialista para el año de 1970.
La expansión urbana hacia el sur del Distrito Federal obedecía al objetivo
de conformar una ciudad competitiva a escala continental y global, lo cual
representaba un reto para Ernesto Uruchurtu. Por su parte para los
Azcárraga era una oportunidad de diversificar sus negocios, es decir, no
restringirse al ámbito de las telecomunicaciones, sino que a través de
estos posicionar otros dos productos suyos convertidos también en
empresas: un equipo de fútbol y un espacio deportivo de magnitudes
monumentales que marcaría la punta de lanza de la urbanización en el sur
de la capital del país. En este tenor, Bataillon y Riviére (1973: 76)
mencionaron que “hablar del gigantismo del conglomerado de la Ciudad
de México se ha convertido ya en un lugar común”, sin embargo, no
pasaron por alto que la ciudad presentaba “un aspecto prestigioso”, donde
se encontraban “el más bello museo de América” y “el más grande hotel
de América”. En ese sentido, el estadio Azteca se convirtió en uno de los
referentes espaciales de la capital del país, puesto que en ese momento
era uno de los estadios más grandes del mundo, con capacidad para
105,000 espectadores. De acuerdo con uno de nuestros informantes:
5 Otro ejemplo sería el estadio Olímpico Universitario donde los arquitectos
Augusto Pérez Palacios y Jorge Bravo, intentaron rememorar los símbolos de la
mexicanidad impuestos desde las esferas gubernamentales mediante la forma de volcán
“Mi tío Antonio Vázquez Torres, ganó el concurso del nombre del estadio
Azteca y se ganó un palco. Él sugirió ese nombre en referencia a nuestras
raíces, a nuestra cultura, a ese grupo con el que se identifica a México
dentro y fuera de nuestras fronteras” (Entrevista a Agustín “Pelón”
Santillán por Jonathan Montero Oropeza. 11 de noviembre de 2013,
León, Guanajuato).
Si el Museo de Antropología, desde una perspectiva arquitectónica,
pretende evocar, enaltecer y reforzar al nacionalismo mexicano, el
estadio Azteca sigue el mismo camino. La designación de su nombre
pretende rememorar el antepasado indígena mexicano. En ese contexto,
el estadio por su gran dimensión intenta realizar un homenaje a las
ciudades y a los grupos originarios mesoamericanos. Este marco es
acorde con la perspectiva sobre la apropiación de los elementos indígenas
por parte de las instancias institucionales, aspectos que criticó Bonfil
Batalla (1987, p. 186) al señalar que “lo indio queda como un pasado
expropiado a los indios, que se asume como patrimonio común de todos
los mexicanos, aunque esa adopción no tenga ningún contenido profundo
y se convierta sólo en un vago orgullo ideológico de lo que hicieron
“nuestros” antepasados”. La perspectiva del connotado intelectual
mexicano, Bonfil Batalla, coincide con las reflexiones de Harvey
(1989:129) quien señaló que “nos apropiamos de espacios antiguos en
formas muy modernas, tratando al tiempo y a la historia como algo que
hay que crear, más que aceptar”. Los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez
y Rafael Mijares, intentaron reflejar la monumentalidad de las
construcciones precolombinas a través del Estadio Azteca.5
Como se observa la familia Azcárraga se caracterizó por la producción
de espacios recreativos mediante la generación de infraestructura urbana
en alianza con el sector público. Por ejemplo, gran parte del auge turístico
y de sombrero de charro que tiene este inmueble, sumando ello, el mural de Diego
Rivera conocido como “La Universidad, La Familia Mexicana, la Paz y la Juventud
Deportista”.
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del puerto de Acapulco, Guerrero, se debió a la construcción de hoteles
como el Papagayo, el Ritz y el Paraíso, edificaciones que contaban con la
inversión de los Azcárraga, por tanto, no es casualidad que en muchas
películas mexicanas de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta,
tuvieran como locaciones dichos hoteles.
En un contexto similar, la urbanización del sur de la Ciudad de México
tuvo como algunos de sus actores sociales destacados a la familia
Azcárraga, a Miguel Alemán Valdés y a la intelectual y promotora
cultural Dolores Olmedo Patiño. En el caso puntual que aquí se analiza,
la edificación del estadio Azteca no estuvo exenta de controversia por el
despojo a los ejidatarios de Santa Úrsula. Al respecto cabe señalar que en
agosto de 1965 se otorgó el visto bueno por parte de los ejidatarios sobre
la expropiación de 178200 metros cuadrados en la porción del frente de
calzada de Tlalpan, esto con el objetivo de obras correspondientes al
estadio, por lo que se solicitó la correspondiente remuneración
económica. Se debe dejar claro que los terrenos en su mayoría eran de
propiedad ejidal (Archivo del Registro Agrario Nacional, Expediente Sta.
Úrsula Coapa).
El estadio Azteca se inauguró el 29 de mayo de 1966, mediante un partido
amistoso que enfrentó al América contra el Torino de Italia.6 En esa tarde
de mayo Díaz Ordaz al brindar palabras en la ceremonia inaugural,
recibió sonoros abucheos y rechiflas por parte del público; tanto antes
como después del cotejo una comitiva de colonos/ejidatarios le exigió el
reconocimiento de las colonias Ajusco, Santa Úrsula y Coapa ubicadas
en el Pedregal de Monserrat, frente al estadio Azteca (Mejía, 2011).
El objetivo siguiente por parte de los Azcárraga consistió en construir el
estacionamiento para el inmueble. Por lo que el 12 de septiembre de 1966,
una serie de trabajadores del DDF, granaderos y cuerpos policiacos
6 El 2 de junio de 1996 se llevó a cabo el primer partido oficial dentro del marco
de la Copa México 1966-67, con victoria de Tiburones Rojos de Veracruz sobre Atlante.
mediante bulldozers y equipo mecanizado ingresaron al asentamiento
denominado Ejido de Santa Úrsula, en las inmediaciones del estadio
Azteca, para desalojar violentamente a los colonos; Raúl Mendiolea
Cerecero, subjefe de la policía metropolitana, argumentó que el desalojo
se hizo en beneficio de los habitantes de esos terrenos población, al
encontrarse en riesgo ante las explosiones de dinamita de las minas de
roca volcánica del Pedregal de Monserrat (Castro, 2020). Al día siguiente
Uruchurtu presentó su renuncia como regente (Mejía, 2011).
Mejía documenta que existen evidencias que apuntan a que Díaz Ordaz
no aceptó la renuncia de Uruchurtu para posteriormente él mismo
despedirlo de su cargo, ante el desagravio por la rechifla que sufrió al
inaugurarse el inmueble (Mejía, 2011). De acuerdo a las evidencias que
encontramos, otro punto a considerar es que ni los diversos medios de
comunicación, ni la Cámara de Diputados y tampoco los ejidatarios
adjudicaron influencia o presión por parte de la familia Azcárraga en la
decisión del desalojo.
Para Telesistema Mexicano la construcción del estadio Azteca representó
la materialización de un espacio de poder, debido a la inversión
económica de la obra, la reputación de los arquitectos que la dirigieron,
el número de trabajadores que participaron en la construcción, la
monumentalidad propia del inmueble y la tecnología de punta que se
requirió en su construcción. El estadio Azteca se convirtió en un
geosímbolo y un referente del espacio urbano capitalino. El coso
resultaba ideal para servir como nueva sede en los juegos de local del
Club América.
La celebración del mundial México 70, consolidó a la selección mexicana
de fútbol como un bastión del nacionalismo generado por el Estado y el
sector empresarial. Por tanto, el estadio Azteca también sirvió para que
El futbol profesional como estrategia de poder del grupo televisa
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la selección mexicana de futbol tuviera una sede de mayor envergadura
para sus juegos de local, lo cual abrió el camino para que los Azcárraga a
través de sus empleados de confianza y gente afín a sus intereses tuvieran
un mayor rango de decisión y jerarquía en la Femexfut.
Las ganancias obtenidas en un campeonato mundial se reparten entre las
naciones participantes, la mayor parte, corresponde al país que organiza
el certamen deportivo; los ingresos se distribuyen principalmente entre
los clubes de primera división, sin embargo, en el seno de la Femexfut,
se gestó un descontento por la forma en que se repartieron las ganancias
(Fernández, 1994: 31 y 92). Ante tal situación, Guillermo Cañedo
abandonó el cargo como presidente de la Femexfut en octubre de 1970.
Posteriormente asumió dos cargos de suma relevancia: el primero fue su
nombramiento como presidente de la Organización de Televisión
Iberoamericana (OTI), la cual tenía como objetivo el intercambio de
programación vía satélite entre televisoras de Iberoamérica, Portugal y
España. El segundo fue su designación como vicepresidente de FIFA, al
asumir en 1974 la presidencia del organismo el brasileño Joao Havelange.
Telesistema Mexicano aprovechó los beneficios que para las grandes
empresas implicó el crecimiento urbano durante el modelo de desarrollo
de un centro de influencia, que a su vez servía como imán a grandes
conglomerados humanos en torno a los centros de producción (García,
1985: 111). Desde esta perspectiva, los medios de comunicación,
radiofónicos y televisivos apuntalaron sus inversiones en el espacio
urbano de la capital del país, mediante diversas técnicas de publicidad,
tecnología y nuevas modalidades de consumo, vinculadas con el
surgimiento de nuevas concepciones morales, de cohesión social, de
7 Para complementar las transmisiones de cotejos futboleros, Televisa produce
contenido televisivo concerniente a programas deportivos que se convirtieron en
emblemáticos de la empresa como Acción o La Jugada; a lo que hay que añadir que en
diversas barras televisivas se hacía alusión al fútbol, como por ejemplo la célebre
modas, ideologías y de vanguardias arquitectónicas. Para los Azcárraga
la construcción del estadio Azteca implicó la expansión geográfica de sus
empresas.
3. La conformación de Televisa y su influencia en el futbol
profesional
Hacia 1972, tras la muerte en septiembre de Emilio Azcárraga Vidaurreta,
Telesistema Mexicano y Televisión Independiente de México (TIM) se
fusionaron en una sola entidad, con lo cual surgió Televisión Vía Satélite,
S.A. (Grupo Televisa), en 1973. Quien tomó las riendas de Televisa fue
Emilio Azcárraga Milmo. En ese momento como un mecanismo de
marketing empresarial surgió el famoso emblema creación del arquitecto
Pedro Ramírez Vázquez consistente en diez líneas horizontales formando
un círculo, lo cual representa un ojo humano mirando a través de una
pantalla. Paulatinamente, Azcárraga Milmo consolidó el emporio
familiar mediante diversos modelos de entretenimiento audiovisual, el
establecimiento más sólido de alianzas empresariales y nuevos
acercamientos con las élites gubernamentales del país. Televisa depuró
los mecanismos de posicionamiento empresarial a través del balompié
profesional; para esta investigación identificamos cuatro estrategias que
consideramos fundamentales para consolidar la hegemonía de Televisa
en el futbol.
La primera es el amplio contenido televisivo en donde el balompié es el
deporte profesional con mayor horas de cobertura, mediante la
transmisión televisiva de partidos, programas de análisis deportivo y la
inclusión de cuestiones concernientes al futbol en otros programas de la
empresa.7 Cabe añadir que Televisa desde la década de los ochenta tiene
rivalidad entre los cómicos Sergio Corona, seguidor del Guadalajara y Manuel “Loco”
Valdés, partidario del América; además del apoyo incondicional hacia el equipo por
parte de otros personajes mediáticos y carismáticos de la empresa como Xavier López
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los derechos de transmisión de la mayoría de los equipos de primera
división, debido a la capacidad de gestión de sus ejecutivos, el prestigio
que implica para los equipos ser transmitidos por la empresa y el dinero
que les paga a través de atractivos contratos.
Para consolidar al futbol como el favorito de sus televidentes, durante la
década de los ochenta y algunos años de la década de los noventa,
transmitió partidos de las ligas de España e Italia y de las eliminatorias
de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). A esto hay que
sumar que Televisa gozó durante la década de los ochenta y parte de la
década de los noventa de la mayoría en los derechos de transmisión de la
selección mexicana; posteriormente en las negociaciones TV Azteca
también consiguió derechos de transmisión con mayor equilibrio para su
causa.
Esta hegemonía televisiva se reforzó mediante el segundo punto que a
continuación expondremos, que es la gestión para organizar el mundial
de 1986 en México. En un inicio hay que apuntar que la organización del
mundial se asignó a Colombia, puesto que el 9 de junio de 1974 la FIFA
le otorgó la sede del evento. Sin embargo, en octubre de 1982, el entonces
presidente colombiano Belisario Betancur señaló que el país optaba por
cancelar la organización del megaevento, al argumentar su desacuerdo
con el cuaderno de cargos de FIFA (Fernández, 1994).
Ante tal situación, Estados Unidos y México compitieron por la nueva
designación de la sede mundialista. Estados Unidos tenía a su favor que
la candidatura encontraba el respaldo de Henry Kissinger, quien fungió
como Secretario de Estado durante las presidencias de Richard Nixon y
Gerald Ford; además promovieron como bastión mediático a Edson
“Chabelo” y Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, incluso este último utilizó el estadio
Azteca como una de las locaciones para la película El Chanfle.
Arantes “Pelé”. México a su vez contaba con la capacidad de gestión de
Guillermo Cañedo, en ese entonces vicepresidente de Televisa y de FIFA.
El papel ejecutivo de Cañedo fue un factor clave para que México
obtuviera la sede mundialista por encima de Estados Unidos. Cabe
agregar que otro factor fundamental radicó en que varios de los estadios
que proponía la Asociación de Futbol de Estados Unidos, tenían contratos
de exclusividad para la comercialización de productos que competían con
productos que FIFA tenía firmado como exclusivos, en especial con la
empresa transnacional refresquera Coca-Cola. En países como Estados
Unidos el derecho de protección en la ley de comercio es muy clara: quien
tiene contrato con un estadio se le autoriza a vender su producto en
cualquier evento que se celebre en ese inmueble y se debe respetar ese
compromiso (Ramírez, 2010, p. 99).
El mundial de 1986 se celebró en México entre el 31 de mayo y el 29 de
junio de 1986. La capacidad de gestión de Cañedo, el discurso mediático
de Televisa que hizo énfasis en que México se convirtió en el primer país
en organizar dos mundiales de fútbol y las ganancias empresariales por
los derechos de transmisión en el mundial consolidaron la hegemonía
empresarial de Televisa en el futbol profesional mexicano. En ese sentido
exponemos el tercer punto, que se vincula a los personajes afines a la
empresa en puestos de decisión al interior de la Femexfut. Por cuestiones
prácticas mencionaremos solamente a tres de los que consideramos los
más relevantes. El primero del que hablaremos será Justino Compeán. Su
primer acercamiento con algunos personajes de Televisa se dio cuando
organizó junto a Luis de Llano Macedo el Festival de Rock de Avándaro
en 1971. Posteriormente participó en la comitiva que organizó la Copa
Mundial de Fútbol de 1986, lo cual lo perfiló como un ejecutivo del ramo
del entretenimiento, por lo que en 1987 ingresó a Grupo Televisa.
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En 1999 se le asignó la dirección del Club Necaxa; Compeán fue una
parte fundamental en las negociaciones para que el Necaxa desplazará su
sede en la Ciudad de México hacia Aguascalientes al gestionar esta
movilidad geográfica con Luis Armando Reynoso Femat, alcalde de la
capital aguascalentense y a la postre gobernador del estado hidrocálido
(Montero, 2021). Después del desplazamiento espacial del Necaxa,
Compeán dejó su cargo como directivo de ese equipo y se convirtió en el
año 2003 en presidente del estadio Azteca. De manera consecuente, en el
año 2006 Compeán asumió la presidencia de la Femexfut cargo que
desempeñó hasta 2015; además en ese lapso, entre 2011 y 2015 fungió
como vicepresidente de la zona norte de la Confederación de Futbol de la
Asociación del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).
Cabe agregar que quien ocupó el cargo como nuevo presidente de la
Femexfut en sustitución de Compeán fue Decio de María Serrano, quien
se formó académicamente como licenciado en economía en el Instituto
Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y acorde con su licenciatura
se desempeñó en la subgerencia de información financiera en Banxico.
Al igual que Compeán también formó parte del comité organizador de la
Copa del Mundo de 1986 en México y en el año 2002 asumió el cargo
como secretario de la OTI. Además, cuando Compeán ostentó la
presidencia de la Femexfut, él fungió como vicepresidente. En 2012
encabezó la presidencia de la Liga MX y Ascenso MX, (primera y
segunda división, respectivamente). Estos puntos son relevantes porque
son evidencia de la preparación en cargos administrativos de estos actores
sociales, los cuales son su carta de presentación para ascender a puestos
ejecutivos de mayor calado.
El tercer actor clave es Yon de Luisa Plazas quien al igual que De María
también tuvo un paso por la banca mexicana, en su caso Banamex, lo cual
también lo llevó a tener funciones como gerente general de la Bolsa de
Valores de la Ciudad de México. Entre su currículum en cuestiones
concernientes a la gerencia deportiva se destaca su paso como dirigente
del comité organizador local de la Copa Mundial de Fútbol Sub-17 de
México en 2011; además se desempeñó como vicepresidente del
departamento de deportes de Grupo Televisa. En julio de 2018 asumió la
presidencia de la Femexfut y en octubre de 2021 se convirtió en miembro
del Consejo de la FIFA. Cabe resaltar que es director de la candidatura
de México para la organización del mundial de 2026.
Como se observa estos personajes tuvieron funciones gerenciales o
puestos de decisión en diversos rubros de negocios deportivos en Televisa
como parte de la preparación de perfiles profesionales de corte
administrativo y ejecutivo. Para esta empresa resulta fundamental generar
capital social que le sea redituable para mantener su hegemonía en el
ámbito del fútbol profesional mexicano, aspecto que preserva a pesar del
fallecimiento de dos de actores sociales clave el mismo año.
En 1997 tras la muerte de Guillermo Cañedo y Emilio Azcárraga Milmo
en Televisa hubo cambios sustanciales, con base en nuevas estrategias de
expansión, comercialización, mercantilización y relación con diversos
gobiernos estatales. El 20 de enero de 1997 murió Guillermo Cañedo de
la Bárcena. Tras sus aportaciones como fundador y presidente de la OTI,
su labor como vicepresidente de FIFA, presidente de la Femexfut y
presidente del Club América, su hijo, Guillermo Jorge Cañedo White, por
ese entonces presidente del Club América, propuso cambiar el nombre
del estadio Azteca al de estadio Guillermo Cañedo. Parecía quedar atrás
la idea de que el nombre de Azteca remitía a las raíces prehispánicas de
México y reivindicaba el indigenismo.
Para el aficionado al futbol el nombre de estadio Azteca es sumamente
representativo y como suele ocurrir en nombres de calles, colonias, plazas
e inclusive ciudades, que cambian oficialmente de nombre, la gente
continuó llamando al estadio por su antigua nominación. Sin embargo,
fue un conflicto entre empresarios, la causa por la que la designación del
inmueble fue restituida otra vez por el de Azteca.
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El día 16 de abril de 1997, murió Emilio “El Tigre” Azcárraga Milmo,
por lo que su hijo en ese entonces de 29 años, Emilio Azcárraga Jean
tomó las riendas de la corporación. Televisa vivía una época complicada,
puesto que hubo un descenso del rating en su programación. Las
estrategias de Emilio Azcárraga Jean fueron diversas para que Televisa
volviera a captar televidentes, entre las principales a mencionar son:
recortar el número de empleados de 20 700 a 16 205; hacer declaraciones
del tipo de “las alianzas de mi padre no son mis alianzas” y crear nuevos
acercamientos con el gobierno federal panista que le beneficiaron a largo
plazo como es el caso de la denominada “Ley Televisa” (Villamil, 2007,
pp. 50-54, 91). Una maniobra que causó revuelo fue cuando cortó
vínculos con su primo Alejandro Burillo Azcárraga y con Guillermo
Cañedo White, de ahí que el nombre del estadio Guillermo Cañedo no
permaneciera. Guillermo Cañedo White se unió posteriormente a TV
Azteca y más adelante fue miembro del Comité Deportivo del Santos
Laguna Futbol Club.8
Tras una etapa de hegemonía presidencial del PRI que se originó desde
1929 hasta diciembre del año 2000, el candidato del Partido Acción
Nacional (PAN), Vicente Fox, asumió la presidencia de México.
Azcárraga Jean obtuvo múltiples beneficios de su acercamiento con la
clase gobernante panista, puesto que pasó de 30 mil a 51 mil horas de
producción audiovisual, y en su momento pactó con TV Azteca un
acuerdo duopólico para impedir la posibilidad de la competencia de otra
televisora; de la misma manera garantizó hasta el 2021 el control de 260
concesiones de televisión abierta; consolidó su hegemonía en la
televisión privada ante la desaparición de DirecTV, obtuvo 130 permisos
para centros de apuestas y se introdujo al negocio de la aviación mediante
Interjet (Ibíd., p. 74).
8 Cabe anotar que en 2003 Guillermo Cañedo White retornó a Televisa al asumir la
dirección adjunta de Televisa Internacional en Miami y Nueva York. En 2004 fue
presidente del Club América, cargo al que renunció en 2008. En 2007 tomó la
Las alianzas estratégicas de Televisa con diversos gobiernos estatales
también se ampliaron. Televisa decidió extender las locaciones de
grabaciones de telenovelas no sólo a los foros de San Ángel en Ciudad de
México, al ocupar escenarios en haciendas, rancherías o pequeñas
comunidades en entidades federativas como Veracruz, Yucatán, Hidalgo,
San Luis Potosí, Guanajuato y el Estado de México. De la misma manera
Fundación Teletón a través de los Centros de Rehabilitación Infantil
Teletón (CRIT), se localiza en más de la mitad de las entidades
federativas de la República Mexicana.
Para las empresas la adquisición de una imagen es sumamente
importante, por lo cual Televisa montó a través de Fundación Televisa,
junto con Grupo Nacional Provincia (GNP), la campaña “Goles con
causa”, la cual tiene como objetivo la donación por parte de la televisora
de dinero, despensas, viviendas, aparatos auditivos, computadoras a
escuelas, prótesis, el pago por trasplantes de órganos y campañas de
reforestación cada que se anota un gol durante las transmisiones de la
televisora. Lo anterior le permite a Televisa posicionarse como una
empresa vinculada con el altruismo, así como deducir impuestos.
El cuarto punto hace hincapié en otra estrategia, aquella que implicó en
hacerse propietaria de otros equipos de fútbol profesional además del
América, como el Club Necaxa y el Club San Luis. A lo largo de la
década de los ochenta el Club América obtuvo cinco títulos en el
campeonato de primera división profesional. El protagonismo deportivo
de este equipo consolidó la hegemonía empresarial de Televisa en el
fútbol profesional y la empresa se enfocó en adquirir otra franquicia
deportiva para expandir su influencia. En 1982, Televisa realizó la
transacción para comprar al Atlético Español al grupo inversor que lo
administraba y lo renombró como Necaxa; Televisa decidió que el nuevo
vicepresidencia de la Zona Sur de la Concacaf, cargo que ocupó hasta 2011 en que lo
substituyó Justino Compeán.
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equipo de su propiedad mantendría su sede en la Ciudad de México
(Montero, 2020).
El plantel del Club América contó con varios de los mejores jugadores
mexicanos y extranjeros, mientras que el Necaxa solía mantener una
nómina con jugadores de mediano perfil. Este aspecto cambió en la
década de los noventa cuando el Necaxa obtuvo tres campeonatos de liga
y una destacada participación como tercer lugar en el Mundial de Clubes
del año 2000. A pesar de los éxitos deportivos, las campañas publicitarias,
el apoyo mediático en los programas deportivos de Televisa y de contar
con jugadores emblemáticos, el Necaxa no contaba con una base de
aficionados considerable en la Ciudad de México. En consecuencia,
como se mencionó líneas arriba, Justino Compeán conformó una alianza
con un sector de la élite política y empresarial de Aguascalientes para
construir un nuevo estadio y desplazar en el año 2003 geográficamente al
equipo hacia ese estado del centro de la República Mexicana. Televisa
estableció alianzas estratégicas empresariales con la burguesía
aguascalentense hasta que en 2014 decidió vender al Necaxa a un nuevo
grupo inversor (Ibíd.).
Otro equipo que también fue propiedad de Televisa fue el Club San Luis.
Esta escuadra deportiva se adquirió en el año 2001 por parte del consorcio
en telecomunicaciones cuando disputaba el torneo de Primera División A
(segunda división). La Promotora del Deporte Potosino vendió la
franquicia mediante la gestión de dos ejecutivos de Televisa: Javier Pérez
Teuffer y Eduardo del Villar. Posterior a la transacción en diversos
programas de la barra de la empresa se comenzaron a tener locaciones en
el estado de San Luis Potosí e inclusive ahí se celebró el certamen
femenino Nuestra Belleza México 2008. Tras dos ascensos de segunda a
primera división en 2002 y 2005 y un subcampeonato en 2006 en el
primer circuito, Televisa vendió en 2012 el equipo a Jorge Nacer Gobera,
dueño de la empresa Nacer Global, propietaria del diario El Economista.
Conclusiones
La familia Azcárraga a lo largo de tres generaciones mediante
Telesistema Mexicano y después Televisa forjó a la empresa más
influyente en el sector de telecomunicaciones en México. La
diversificación de esta firma derivó en generar apuestas en otros ámbitos
como el futbol profesional. La adquisición del Club América en 1959 le
fue rentable no solamente para abrir el abanico de su contenido
audiovisual sino también para generar redes políticas, empresariales y
técnicas.
Para la entonces denominada Telesistema Mexicano, la edificación del
estadio Azteca implicó en primera instancia posicionarse como un actor
social con capacidad de agencia en el proceso de urbanización del sur de
la Ciudad de México. El contratar a un connotado arquitecto como Pedro
Ramírez Vázquez para encabezar y diseñar el coso, resultó fundamental
para que la familia Azcárraga consolidara sus redes técnicas y
materializara sus anhelos espaciales. Cabe agregar que la configuración
del inmueble con mayor aforo en México fue una de sus cartas de
presentación para que este país organizara dos copas mundiales, en 1970
y 1986, lo cual incrementó pata Televisa su posición de dominio y
hegemonía en el sector de las telecomunicaciones en México.
Además, se debe considerar el papel de actores sociales que se vincularon
a la empresa para facilitar la expansión de ésta a través del futbol
profesional. El ejecutivo más sobresaliente en este rubro fue Guillermo
Cañedo de la Bárcena quien se hizo cargo de puestos como la presidencia
del Club América, la presidencia de la Femexfut y la vicepresidencia de
FIFA, es decir, tuvo puestos de envergadura a escala nacional y global en
el ámbito futbolístico que a la postre beneficiaron a Televisa.
Por tanto, la aportación de este trabajo consistió en evidenciar la utilidad
de la geografía para analizar e interpretar al deporte profesional, los
espacios que se producen para que se lleve a cabo, así como las redes
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empresariales, políticas y técnicas que les permiten mantener y consolidar
sus ámbitos de poder y control espacial. No está por demás mencionar
que México será uno de los tres países sede para la Copa Mundial del
2026, de ahí que este texto tome relevancia para interpretar el papel que
tendrá Televisa en el próximo certamen futbolístico global.
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